Borís Yeltsin pide oficialmente al Parlamento de Rusia que convoque elecciones generales

El presidente ruso, Borís Yeltsin, envió ayer al Parlamento un mensaje en el que pide oficialmente que éste convoque elecciones generales anticipadas de diputados para terminar así con la crisis de poder que existe en el país. Mientras tanto, el vicepresidente, Alexandr Rutskói, acusó al equipo de Yeltsin de querer implantar una dictadura para "legalizar todo lo robado" y "tapar la boca" a la oposición. Ayer tarde se celebraron en Moscú manifestaciones a favor y en contra de Yeltsin, aprovechando las celebraciones del segundo aniversario del intento de golpe de Estado contra el presidente de l...

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El presidente ruso, Borís Yeltsin, envió ayer al Parlamento un mensaje en el que pide oficialmente que éste convoque elecciones generales anticipadas de diputados para terminar así con la crisis de poder que existe en el país. Mientras tanto, el vicepresidente, Alexandr Rutskói, acusó al equipo de Yeltsin de querer implantar una dictadura para "legalizar todo lo robado" y "tapar la boca" a la oposición. Ayer tarde se celebraron en Moscú manifestaciones a favor y en contra de Yeltsin, aprovechando las celebraciones del segundo aniversario del intento de golpe de Estado contra el presidente de la URSS Mijaíl Gorbachov el 19 de agosto de 1991. Anoche no se había producido ningún incidente grave.

"Si queremos continuar las reformas socioeconómicas apoyadas en el referéndum del 25 de abril de 1993, si realmente nos inquieta más el destino de Rusia que los intereses propios de este momento, entonces estamos simplemente obligados a permitir a los ciudadanos rusos formar sin demora un poder eficaz. Cada uno de ustedes tiene derecho a presentarse ante los electores y pedirles su confianza", dice el mensaje enviado por Yeltsin al Parlamento.Para el presidente, las elecciones son la única "salida democrática y pacífica de la situación creada" en Rusia. Yeltsin sostiene que la dualidad de poderes existente puede paralizar a todo el país.

El líder ruso ya había anunciado el jueves que daría este paso, aunque, como dijo en esa ocasión, está seguro de que su propuesta de convocar a elecciones será rechazada por el Parlamento. Ruslán Jasbulátov, jefe del Legislativo, declaró categóricamente anteayer mismo que no habría comicios este otoño, copio desea Yeltsin. Pero al presidente no parece preocuparle mucho la negativa de los diputados y afirma estar preparado para responder como corresponde al Parlamento y forzar de todas maneras las elecciones.

Jasbulátov, que de aliado de Yeltsin en los trágicos días de agosto de 1991 se ha convertido en uno de sus principales opositores, declaró ayer que la "defensa de la democracia hoy es un problema más agudo" que durante aquella intentona de golpe. Y ello porque en los últimos tiempos "se han activado bruscamente las fuerzas destructoras de la derecha radical, que tiene un infuencia decisiva sobre el poder ejecutivo y su presidente".

Alexandr Rutskói, vicepresidente de la república y otro de los antiguos aliados de Yeltsin, acusó al equipo presidencial de querer implantar una dictadura a cualquier precio".

Las conmemoraciones del frustado golpe de Estado de 1991, perpetrado por un grupo de altos cargos de la desaparecida URSS contra el entonces presidente, Mijail Gorbachov, transcurrieron ayer sin incidentes, a pesar de los temores que provocaba la realización de manifestaciones de signos opuestos a escasos metros de distancia una de otra.

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Los actos incluyeron una "reunión solemne de la opinión pública demócrata", una "conferencia en apoyo al parlamentarismo" y mítines junto a la Casa Blanca (principal foco de resistencia a los golpistas del Krenilin), tanto de quienes consideran esta fecha un aniversario del triunfo de la democracia como de quienes la interpretan como un día de duelo por marcar el comienzo de la desaparición de la URSS. Las manifestaciones transcurrieron pacíficamente y no fueron muy concurridas. Participaron apenas unos 5.000 partidarios de Yeltsin y unos 4.000 nostálgicos de la antigua Unión Soviética.

Ministro de Información

Por otra parte, el ministro de Prensa e Información, Mijaíl Fedótov, dimitió el jueves de su cargo. La razón oficial que dio es que los diputados volvieron a votar a favor de las las modificaciones a la Ley de Medios de Información Masiva, que, según Fedótov, la convierten en un "arma de aplastamiento de la libertad y la democracia".Las modificaciones, devueltas recientemente al Parlamento por Yeltsin, prevén, entre otras cosas, la creación de "consejos de observadores" en la radio y la televisión, que de hecho significan 1a usurpación por parte del poder legislativo del derecho a expresar opiniones libres".

Fedótov ha sido blanco últimamente de las críticas por parte de los actuales dirigentes demócratas de numerosos medios de difusión, quienes opinan que éste no defiende como es debido la libertad de prensa y quieren que a este puesto vuelva Mijaíl Poltoranin. Poltoranin hoy encabeza el Centro Federal de Información.

Un presidente de compras

El presidente Borís Yeltsin afirmó ayer que sus reformas para liberalizar el mercado han llenado las tiendas rusas de frutas y verduras, pero las trabajadoras con las que se entrevistó en una fábrica de materiales de techado y accesorios en el oeste de Moscú no parecían estar tan seguras. "Acabo de visitar varias tiendas y se puede comprar de todo. Todo es caro, muy caro, pero por lo menos se puede comprar algo", dijo Yeltsin, esperando gestos de aprobación. Sus palabras, sin embargo, fueron recibidas con un espeso silencio, roto por una mujer que gritó: "Pero no hay bastantes frutas y verduras". Yeltsin replicó: "Acabo de visitar una tienda cerca de esta fábrica donde se pueden encontrar tomates, pepinos, plátanos y calabacines". Su séquito, en el que se encontraban el alcalde de Moscú y algunos funcionarios del Gobierno, asintió ruidosamente. Las trabajadoras permanecieron silenciosas. No parecían estar muy acostumbradas a comprar.

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