Un siciliano ordena matar a su hijo homosexual para limpiar su honor

Un siciliano ordenó matar el pasado 13 de agosto a su hijo homosexual de 33 años, que se prostituía para comprar droga. Una historia más de honor a la siciliana, consecuencia de dos años de peleas constantes, en los que el padre consideró al hijo la vergüenza de la familia.Vicenzo Mandanici, de 58 años, un ex emigrante en Suiza y actualmente dueño de un vivero en Mazzarà Sant' Andrea, un pueblo de 2.000 habitantes cerca de Messina, no tuvo el valor de pegar en primera persona cuatro tiros a Gluseppe, su hijo homosexual y travestido.

Para lavar tanta vergüenza, Mandanici acudió a un pist...

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Un siciliano ordenó matar el pasado 13 de agosto a su hijo homosexual de 33 años, que se prostituía para comprar droga. Una historia más de honor a la siciliana, consecuencia de dos años de peleas constantes, en los que el padre consideró al hijo la vergüenza de la familia.Vicenzo Mandanici, de 58 años, un ex emigrante en Suiza y actualmente dueño de un vivero en Mazzarà Sant' Andrea, un pueblo de 2.000 habitantes cerca de Messina, no tuvo el valor de pegar en primera persona cuatro tiros a Gluseppe, su hijo homosexual y travestido.

Para lavar tanta vergüenza, Mandanici acudió a un pistolero de vía estrecha que ni siquiera supo cumplir su objetivo: un vecino de 18 años, Massimiliano Calcedonio Maniscalco, que se buscó un chófer, Francesco Floramo, de 28 años, para que le condujera al lugar donde Giuseppe llevaba su oscura vida de chapero con ropa de mujer. Ambos sin antecedentes. Ambos dispuestos a matar por de un millón de liras (unas 80.000 pesetas).

Massimiliano Calcedonio Maniscalco -un nombre casi de personaje de García Márquez, demasiado para un pistolero frustrado-, entró en acción. En la carretera nacional de Messina a Palermo, no muy lejos de la media noche, empuñaba con mano temblorosa, desde un Fiat Uno conducido por su cómplice, una Beretta calibre 9 corto. Con ella disparó tres veces sobre Giusseppe Mandanici, que andaba a la búsqueda de clientes. El agresor falló dos tiros. El tercero entró en el brazo izquierdo y en la cadera del homosexual y le traspasó el hígado, el duodeno y la vena cava. Los asaltantes huyeron, pero el herido fue auxiliado por un automovilista y trasladado al hospital de Barcellona, donde tras una delicada operación quirúrgica, parece recuperarse rápidamente.

Cinco días después, la policía ha detenido al padre y a sus dos cómplices, acusados de intento de asesinato.

Cuernos

Otro caso de honor en estos días: el boss arrepentido de la Camorra, Mauro Marra, de 33 años, ex lugarteniente del todopoderoso número uno Raffaele Cutolo, salió con permiso de prisión y secuestró a su mujer, en la región de Nápoles, porque entre rejas había oído que le ponía los cuernos."Podías haber hecho todo menos esto", le dijo Marra mientras se la llevaba en un coche tras haberla apaleado ante la madre y su hija de siete años. La mujer, Giuseppina Bobbio, de 24 años, a quien el boss liberó con un "esto no acabará aquí", quiso quitar hierro y dijo a la policía, entre lágrimas, que "estaba sólo enfadado".

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