EI giro de Jordi Pujol fuerza al Gobierno a aceptar un pleno sobre la crisis a primeros de agosto

El giro impuesto al Grupo Parlamentario de CIU por Jordi Pujol, al exigir a Felipe González que informe sobre la gravedad de la si tuación económica, ha obligado a reaccionar al Ejecutivo. El Consejo de Ministros decidirá hoy pedir a los grupos parlamentarios un pleno extraordinario del Congreso de los Diputados el 5 de agosto para explicar el estado de la economía y de las conversaciones con sindicatos y empresarios. El anuncio de Jordi Pujol apoyando la comparecencia del Gobierno en el Congreso, en agosto para explicar la crisis se suma a las iniciativas del Partido Popular y de IU.

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El giro impuesto al Grupo Parlamentario de CIU por Jordi Pujol, al exigir a Felipe González que informe sobre la gravedad de la si tuación económica, ha obligado a reaccionar al Ejecutivo. El Consejo de Ministros decidirá hoy pedir a los grupos parlamentarios un pleno extraordinario del Congreso de los Diputados el 5 de agosto para explicar el estado de la economía y de las conversaciones con sindicatos y empresarios. El anuncio de Jordi Pujol apoyando la comparecencia del Gobierno en el Congreso, en agosto para explicar la crisis se suma a las iniciativas del Partido Popular y de IU.

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El PP, que ya pidió la semana pasada la comparecencia en la Cámara del vicepresidente, Narcís Serra, y vio como se rechazaba su iniciativa gracias al voto contrario de CiU, deseaba que el pleno extraordinario se celebrara la segunda semana de agosto."Lo lógico es que quien comparezca sea el ministro de Economía", afirmaron ayer fuentes oficiales, aunque en un principio se apuntó la posibilidad de que fuese el vicepresidente, Narcís Serra, quien ha asumido competencias económicas. La decisión de que fuera Serra quien compareciese satisfacía la exigencia del PP, mientras Pujol se había referido a la conveniencia de que, acudiera al Parlamento el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes. El PP ha expresado su interés en ver cómo Serra "da la cara", según han explicado, después de que no subiera un

sola vez a la tribuna del Congreso durante su anterior mandato como vicepresidente.

El Gobierno afronta el pleno extraordinario después de haberse comprometido ya con los empresarios y sindicatos a remitirles un documento con las líneas generales de las reformas en el mercado de trabajo y en "algunos sectores del sistema productivo", así como acciones que garanticen el "mantenimiento del sistema de protección social", informan fuentes oficiales.

El responsable del área económica del PSOE, Francisco Fernández Marugán, señaló ayer que el Gobierno socialista va a cuidar especialmente "la distribución de los esfuerzos, de manera que el resultado sea solidario y equitativo". "La situación es muy delicada, por lo que es preciso hablar de pacto de responsabilidad", dijo Fernández Marugán.

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La actitud de Pujol ha creado una situación nueva en la Cámara, ya que en la actual legislatura el Gobierno socialista carece de la mayoría suficiente para evitar la comparecencia extraordinaria en las vacaciones parlamentarias.

Durante toda la jornada de ayer se produjeron múltiples comunicaciones entre los portavoces parlamentarios de los distintos grupos para tratar de obtener una significativa victoria política frente al partido socialista y lograr convocar un pleno extraordinario en agosto.

Sin mayoría

El presidente del Grupo Socialista en el Congreso, Carlos Solchaga, ofrecía ayer a los nacionalistas de CiU la celebración de un pleno extraordinario, pero a finales de agosto, en un primer gesto para evitar la derrota socialista en la reunión que la Diputación Permanente del Congreso celebrará muy probablemente el próximo miércoles, y en la que PP e Izquierda Unida tenían previsto pedir la celebración del citado pleno.

El PP, con el apoyo de Izquierda Unida, pensaba proponer la celebración del pleno en la segunda semana del mes, y Pujol mencionó el día 19. A juicio de los nacionalistas catalanes, la oferta de Solchaga tras la manifestación de Pujol supone, desde el punto de vista táctico, "la primera constatación de que [el PSOE] no cuenta con la mayoría absoluta" y que la situación será diferente en esta legislatura. El portavoz de Minoría Catalana en el Congreso, Miquel Roca, se dio ayer por enterado de la petición de Pujol y la calificó, sin más, de "lógica".

El presidente de Unió Democrática de Catalunya, Josep Antoni Duran Lleida, dijo que la petición de Pujol es "acertada y necesaria" y que el Gobierno, además de comparecer en el Congreso, "debe empezar a tomar medidas" en el terreno económico sin esperar al debate de los Presupuestos.

También se felicitó de la exigencia para que González se explique ante la opinión pública.

uran efectuó estas declaraciones tras despedir al presidente del PNV, Xabier Arzalluz, invitado de Unió para participar en unas jornadas con jóvenes democristianos.

Las manifestaciones de Pujol pidiendo la comparecencia del Gobierno en una sesión extraordinaria del Congreso suponen una contradicción evidente con la actitud que ha mantenido en Madrid el Grupo Parlamentario de CiU.

De otra manera no se entiende que los diputados nacionalistas catalanes, al conocer la iniciativa del PP e IU de pedir una sesión extraordinaria, se alinearan con el Gobierno y tan sólo 24 horas después Pujol defendiera públicamente lo contrario.

Faltaba por saber ahora cuál hubiera sido la decisión del Grupo Parlamentario Catalán cuando se debatiera en la Diputación Permanente del Congreso la comparecencia del Gobierno. Duran Lleida ya avanzó ayer que el diputado de Unió Josep Sánchez Llibre, miembro de la Diputación Permanente, no impediría la comparecencia del Ejecutivo en el Congreso.

Primer mensaje

La posición de los nacionalistas catalanes tiene además una proyección política que va más allá de la cuestión puntual de la comparecencia del Gobierno. Tras la petición de comparecencia, se esconde un primer mensaje que Pujol ha enviado al Ejecutivo y cuyo contenido señala que no va a consentir que sus peticiones sigan cayendo en saco roto como cuando el PSOE disponía de mayoría absoluta en el Congreso. Tampoco que se siga presionando a los nacionalistas para que acepten integrarse en un Gobierno de coalición.

"Es un mal, sistema irme presionando", ha indicado el presidente de la Generalitat, al tiempo que pedía al PSOE que reflexionara sobre qué sucedería si CiU retira su apoyo al Gobierno: "Que España. será ingobernable", se contestó a sí mismo el líder catalán. De no cambiar la actitud de los socialistas, Pujol ha advertido que pueden pasar muchas cosas. "Incluso que pasemos a la oposición frontal al Gobierno", alertó.

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