El acuerdo que restablece la democracia en Haití sólo espera la firma de Aristide

La firma definitiva en Nueva York del acuerdo que permitirá el restablecimiento de la paz en Haití parecía esta madrugada inminente. El jefe de la Junta Militar en el poder desde el golpe de Estado de septiembre de 1991, el general Raúl Cédras, firmó el texto por la mañana antes de volver a Puerto Príncipe. En cambio, Jean-Bertrand Aristide, el presidente depuesto, no había firmado a las dos de la madrugada el documento, aparentemente porque intenta obtener garantías de su cumplimiento por los militares.

El acuerdo fue negociado bajo la mediación del enviado de las Naciones Unidas, el a...

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La firma definitiva en Nueva York del acuerdo que permitirá el restablecimiento de la paz en Haití parecía esta madrugada inminente. El jefe de la Junta Militar en el poder desde el golpe de Estado de septiembre de 1991, el general Raúl Cédras, firmó el texto por la mañana antes de volver a Puerto Príncipe. En cambio, Jean-Bertrand Aristide, el presidente depuesto, no había firmado a las dos de la madrugada el documento, aparentemente porque intenta obtener garantías de su cumplimiento por los militares.

El acuerdo fue negociado bajo la mediación del enviado de las Naciones Unidas, el argentino Dante Caputo, y consta de diez puntos. Prevé la vuelta del sacerdote-presidente Aristide, de 39 años, a la isla para el próximo 30 de octubre, mientras el general Cédras pedirá la "jubilacion anticipada" unos días antes. El militar golpista gozará, sin embargo, de una amnistía.El texto prevé también que Aristide nombrará a un nuevo primer ministro, que será confirmado por el Parlamento, y a un nuevo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, el puesto que ocupaba Cédras. El plan incluye el levantamiento del embargo que pesa sobre la isla, que fue extendido recientemente a las ventas de petróleo y armas y ha golpeado duramente la frágil economía del país caribeño, uno de los más pobres del mundo.

El texto establece también que los partidos políticos haitianos se reunirán, en una fecha todavía por determinar, bajo los auspicios de la ONU y de la Organización de Estados Americanos (OEA) para fijar de común acuerdo los procedimientos de restablecimiento del orden constitucional.

Las reticencias de Aristide tiene que ver con el plazo previo a su vuelta al país. El presidente depuesto teme que los militares aprovechen este lapso para volver a consolidarse en el poder y violar después sus promesas de transferir el gobierno. La impresión general en medios diplomáticos de Nueva York, sin embargo, era anoche de que Aristide estamparía su firma.

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