Bagdad anuncia un acuerdo con la ONU sobre la destrucción de armas químicas

El Gobierno iraquí y Naciones Unidas han llegado a un acuerdo para resolver un litigio sobre la destrucción por Bagdad de sus armas químicas, según anunció ayer el embajador iraquí en la ONU, Nizar Hamdoon. El diplomático, en una entrevista para un canal de televisión norteamericano, añadió que su país había dado también su aprobación de principio a la petición de a organización internacional de instalar cámaras de vídeo en algunos sitios militares considerados como claves.La ONU había lanzado el mes pasado una severa advertencia a Irak para que acepte sus exigencias sobre estos dos puntos. Ba...

El Gobierno iraquí y Naciones Unidas han llegado a un acuerdo para resolver un litigio sobre la destrucción por Bagdad de sus armas químicas, según anunció ayer el embajador iraquí en la ONU, Nizar Hamdoon. El diplomático, en una entrevista para un canal de televisión norteamericano, añadió que su país había dado también su aprobación de principio a la petición de a organización internacional de instalar cámaras de vídeo en algunos sitios militares considerados como claves.La ONU había lanzado el mes pasado una severa advertencia a Irak para que acepte sus exigencias sobre estos dos puntos. Bagdad se había negado en un primer momento, al aducir que las armas químicas podían tener una utilización pacífica para fines agrícolas, y que la instalación de cámaras violaría su soberanía. La intención de las Naciones Unidas es colocarlas en las instalaciones donde Irak produce misiles de un alcance inferior a 150 kilómetros, el máximo permitido por las resoluciones de la ONU que pusieron fin a la guerra del Golfo en 1991. La flexibilización de la posición iraquí se produce apenas unos días después del nuevo bombardeo norteamericano contra Bagdad.

Por otra parte, el Gobierno de Bagdad mandó ayer a Nueva York a una delegación con el fin de negociar con los responsables de la ONU el final de las restricciones a sus exportaciones de hidrocarburos. La delegación incluye a altos responsables de los ministerios de Asuntos Exteriores y del Petróleo, así como al gobernador del Banco central iraquí.