Varios bancos españoles, interesados en grupos mexicanos

Los bancos Santander, Banesto y Sabadell y la Caja de Ahorros de Madrid han sondeado el mercado mexicano con la intención de entrar en entidades de aquel país o de, al menos, alcanzar acuerdos de colaboración, según datos conocidos por el Banco de México. El Banco Bilbao Vizcaya (BBV) fue el primero en entrar con su incorporación el año pasado al grupo Probursa (propietario del Banco Mercantil), en el que acaba de aumentar su participación del 10% al 20%, entrando a formar parte de la gestión.Los bancos mencionados por las autoridades mexicanas han reconocido sus relaciones en México, aunque h...

Los bancos Santander, Banesto y Sabadell y la Caja de Ahorros de Madrid han sondeado el mercado mexicano con la intención de entrar en entidades de aquel país o de, al menos, alcanzar acuerdos de colaboración, según datos conocidos por el Banco de México. El Banco Bilbao Vizcaya (BBV) fue el primero en entrar con su incorporación el año pasado al grupo Probursa (propietario del Banco Mercantil), en el que acaba de aumentar su participación del 10% al 20%, entrando a formar parte de la gestión.Los bancos mencionados por las autoridades mexicanas han reconocido sus relaciones en México, aunque han rechazado que vayan- a incorporarse al capital de algún grupo a corto plazo. El Santander ha estudiado los grupos Internacional, Banamex, Bancomer y Mexicano. Fuentes del Santander han manifestado, no obstante, que sus relaciones más estrechas han sido con Bancomer (segundo del país). Banesto ha negociado con el grupo Serfin y la Caja de Madrid con el grupo Margen, propietario del Banco de Oriente, y el Patronato de Ahorro Nacional.

Las fuentes de las entidades españolas consultadas mantienen que el coste de las entidades mexicanas es de tres y cuatro veces el valor en libros, lo que encarece el coste. Pero también reconocen que el sistema financiero mexicano está en una fase de expansión muy interesante para tomar una participación activa. En México sólo existen 20 bancos y apenas hay participación extranjera, en parte porque la ley mexicana no permite que la participación extranjera sea de más del 30% del capital. El desarrollo tecnológico está por hacer, así como el de domiciliación de pagos y el de sucursales.