Los argumentos de las multinacionales

En opinión de las multinacionales, que en diversas ocasiones han amagado con denunciar por abuso de posición dominante a las empresas españolas, sin llegar nunca a hacerlo efectivo, las restricciones legales a la competencia que tenía Campsa "han sido sustituidas por otras de carácter fáctico que impiden la apertura real del mercado español". He aquí un resumen de sus principales argumentos: La Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) -antigua Campsa- aplica tarifas discriminatorias en transporte y almacenamiento a todas las multinacionales no socias de CLH. En algunos casos llegan a alcanzar...

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En opinión de las multinacionales, que en diversas ocasiones han amagado con denunciar por abuso de posición dominante a las empresas españolas, sin llegar nunca a hacerlo efectivo, las restricciones legales a la competencia que tenía Campsa "han sido sustituidas por otras de carácter fáctico que impiden la apertura real del mercado español". He aquí un resumen de sus principales argumentos: La Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) -antigua Campsa- aplica tarifas discriminatorias en transporte y almacenamiento a todas las multinacionales no socias de CLH. En algunos casos llegan a alcanzar el doble para un mismo punto de España.

Negativa de CLH a prestar servicios de transporte a algunas empresas. Esta actitud, que ha sido desvelada por fuentes del sector, se ha ejercido sobre empresas como Dineff, Conoco o Tamoil. Estas empresas manifiestan que, en la actualidad, CLH es su única posibilidad para hacer llegar sus productos a los consumidores por oleoducto y por terminales portuarios.

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Control de la casi totalidad de la red de estaciones de servicio que pertenecían a la red del monopolio y que supone más del 90% de las ventas totales, como, consecuencia de que los propietarios firmaron contratos de abastecimiento exclusivo con Campsa o con sus socios por no tener otra alternativa.

Indicios de comportamiento conscientemente paralelo en la fijación de precios de venta al público en las gasolineras, manteniendo una práctica igualdad en los puntos de venta desde que se liberalizó el sector en enero.

Diferenciación de tarifas por zonas, facilitando precios bajos en aquellas donde existe logística independiente de la de CLH, y financiando la diferencia con mayores precios en las provincias donde apenas existe competencia.

Todas estas acciones tienden a perpetuar un mercado aislado del resto de la CE, con un resultado final de mayores precios al público y peores calidades, según las multinacionales.

Las empresas españolas, por su parte, dan mucha importancia a la retirada del procedimiento, y consideran que han cumplido con las exigencias de Bruselas. "Es un motivo de gran satisfacción", dijo una fuente de una de estas empresas, que agregó que la advertencia "no es para estar nervioso".

Las empresas españolas aseguran que sus actuaciones responden estrictamente al principio de competencia y que son posibles porque las compañías accionistas de CLH poseen almacenes más cercanos a los puntos de ventas, lo que permite rebajar los precios.

Afirman también que las multinacionales mantienen los mismos precios en sus gasolineras -"cuando los podrían bajar"-, y que su salida a los mercados comunitarios les depara los mismos inconvenientes. Las multinacionales, no obstante, han logrado cuotas de venta muy importantes en gasóleo de calefacción (el 18,8%), aunque no tanto en gasolinas y gasóleos de automoción, en las que tienen alrededor del 6%.

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