Tribuna:

Desempleo: responsables y soluciones

La evolución del paro en los últimos años demuestra que el mercado de trabajo español funciona mal. No sólo es capaz de generar casi tres millones y medio de parados, sino que en situaciones de expansión económica (por ejemplo, durante el periodo 1985-1990),- el número de parados no descendió de 2,4 millones. Además no se crea empleo suficiente para incorporar a actividades productivas a una parte importante de la población.Ante esta situación no faltan las atribuciones de responsabilidades. Para unos, los principales culpables del paro son los empresarios, cuyo objetivo parece ser la obtenció...

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La evolución del paro en los últimos años demuestra que el mercado de trabajo español funciona mal. No sólo es capaz de generar casi tres millones y medio de parados, sino que en situaciones de expansión económica (por ejemplo, durante el periodo 1985-1990),- el número de parados no descendió de 2,4 millones. Además no se crea empleo suficiente para incorporar a actividades productivas a una parte importante de la población.Ante esta situación no faltan las atribuciones de responsabilidades. Para unos, los principales culpables del paro son los empresarios, cuyo objetivo parece ser la obtención de beneficios especulativos en lugar del desarrollo de empresas competitivas que proporcionen empleos estables. Para otros, unos sindicatos perversos, mucho más preocupados por proteger y ampliar los derechos de un cierto grupo de trabajadores (los empleados con contrato indefinido) que por la creación de empleo, constituyen el principal escollo para la solución del problema del paro. Y para casi todo el mundo es el Gobierno el principal culpable, por empeñarse en ejecutar una política económica equivocada.

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¿Cuáles han de ser las líneas fundamentales de una política económica cuyo objetivo principal sea la creación de empleo estable? La experiencia reciente demuestra que la estabilidad macroeconómica (requisito indispensable para el crecimiento a largo plazo) no puede basarse en una política monetaria con una credibilidad prestada por el mantenimiento de la peseta en el Sistema Monetario Europeo (SME). En segundo lugar, algunos claman por una política industrial que, mediante subsidios estatales a la inversión privada, aumente la competitividad de las empresas españolas.

Por último, las mayores posibilidades de reducir el paro se encuentran en la ejecución de la llamada política de reformas estructurales que elimine ineficiencias de la economía española en general, y muy particularmente del mercado de trabajo. Si el mercado de trabajo funciona mal es principalmente porque está mal regulado. En este sentido, la eliminación de los contratos temporales, junto a una reforma del contrato de trabajo indefinido (tanto a tiempo completo como parcial) que disminuya los costes de ajuste de plantillas, la supresión de ciertas restricciones a la movilidad externa e interna de los trabajadores, un replanteamiento de la estructura y contenidos de la negociación colectiva, y la creación de mecanismos de colocación que ayuden a los parados a encontrar puestos de trabajo son temas prioritarios a los que tendrán que enfrentarse el próximo Gobierno, la patronal y los sindicatos.

Serrano es profesor de Economía de la Universidad de Alcalá de Henares e investigador de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA).

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