Fuerte ofensiva de los 'jemeres rojos' para boicotear las elecciones de Camboya

Los Jemeres rojos, empeñados en boicotear las próximas elecciones en Camboya, atacaron ayer con morteros y lanzagranadas la ciudad de Siem Reap y lograron hacerse con su aeropuerto durante dos horas. Una patrulla de cascos azules y grupos de turistas que admiraban las ruinas de Angkor Wat se pusieron a salvo en un campamento de la Legión francesa. Ha sido la ofensiva de mayor envergadura lanzada por la milicia maoista desde que, en marzo del pasado año, quedó desplegado en ese país del sureste asiático el contigente de las Naciones Unidas: 15.000 soldados y 7.000 funcionarios civiles.

...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los Jemeres rojos, empeñados en boicotear las próximas elecciones en Camboya, atacaron ayer con morteros y lanzagranadas la ciudad de Siem Reap y lograron hacerse con su aeropuerto durante dos horas. Una patrulla de cascos azules y grupos de turistas que admiraban las ruinas de Angkor Wat se pusieron a salvo en un campamento de la Legión francesa. Ha sido la ofensiva de mayor envergadura lanzada por la milicia maoista desde que, en marzo del pasado año, quedó desplegado en ese país del sureste asiático el contigente de las Naciones Unidas: 15.000 soldados y 7.000 funcionarios civiles.

Las tropas del Gobierno reconquistaron posteriormente el aeropuerto de la población asaltada, situada a 240 kilómetros al noroeste de la capital, Phnom Penh, pero en los combates quedó destruido un depósito de municiones y otro de combustible de las fuerzas de las Naciones Unidas. Un puesto logístico del destacamento polaco fue también alcanzado por un lanzagranadas, aunque no hubo víctimas.Según Eric Falt, portavoz de la UNTAC (autoridad provisional de la ONU en Camboya), los jemeres rojos abandonarán pronto la zona "porque no tienen fuerza suficiente como para mantener un ataque". Los hombres de Pol Pot, que gobernaron Camboya tres años hasta la invasión vietnamita de finales de 1978, posiblemente no puedan resistir una embestida en campo abierto, ni tampoco conservar una posición arrebatada por sorpresa al Gobierno establecido por las tropas de Hanoi, pero han demostrado su capacidad para impedir la pacificación de Camboya y un clima electoral adecuado.

Cuando apenas faltan tres semanas para los comicios, que se celebran tras un acuerdo de paz entre las fuerzas beligerantes firmado en París en 1991 y posteriormente boicoteado por los jemeres rojos, se suceden los actos de hostigamiento contra vietnamitas, cascos azules o unidades del Gobierno.

Los polpotistas argumentan parcialidad de la ONU en la aplicación del contenido del acuerdo, pero ninguna de las razones esgrimidas se ha acompañado de pruebas o documentación suficientes que aconsejasen la revisión del documento, y todo apunta a que los jemeres rojos temen perder las elecciones y con ellas el control sobre tierras abundantes en piedras preciosas y maderas nobles.

El príncipe Norodom Sihanuk, presidente del Consejo Nacional Supremo, organismo que agrupa a todas las partes implicadas en el largo conflicto camboyano, ha convocado una reunión extraordinaria en Pekín para intentar una reconciliación de última hora.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En