Karadzic dice que dimitirá si los serbios de Bosnia rechazan el plan de paz

AGENCIAS, El líder de los serbios bosnios, Radovan Karadzic, declaró ayer que dimitirá si el autoproclamado parlamento serbio de Bosnia rechaza mañana el plan de paz Vance-Owen, que él firmó el domingo en Atenas. Karadzic, no obstante, se mostró confiado en que el plan saldría adelante. Las primeras reacciones de sus correligionarios, sin. embargo, no parecen justificar este optimismo. Sobre el terreno, serbios y musulmanes se enzarzaron en combates en numerosas localidades.

"Espero que el parlamento apruebe el plan. Si no lo hace, presentaré mi dimisión y tendrán que elegir a otro rep...

AGENCIAS, El líder de los serbios bosnios, Radovan Karadzic, declaró ayer que dimitirá si el autoproclamado parlamento serbio de Bosnia rechaza mañana el plan de paz Vance-Owen, que él firmó el domingo en Atenas. Karadzic, no obstante, se mostró confiado en que el plan saldría adelante. Las primeras reacciones de sus correligionarios, sin. embargo, no parecen justificar este optimismo. Sobre el terreno, serbios y musulmanes se enzarzaron en combates en numerosas localidades.

"Espero que el parlamento apruebe el plan. Si no lo hace, presentaré mi dimisión y tendrán que elegir a otro representante que va a ser más radical", declaró ayer Karadzic a la BBC.Las respuestas de varios parlamentarios serbios no se hicieron esperar. "El plan debe ser reelaborado y no puede ser aceptado en sus términos actuales", dijo ayer el presidente de la asamblea serbia de Bosnia, Monicilo Krajisnik. La agencia Tanjug, de Belgrado, sondeó ayer a varios diputados serbios de Herzegovina oriental, que destacaron que Karadzic había firmado el plan bajo amenazas internacionales. "No, soy profeta, pero tengo la impresión de que los diputados rechazarán el mapa Vance-Owen", dijo Vojislav Maksimovic. Bozidar Vucurevic fue más explícito: "Nadie puede juntar ya a los tres pueblos enemistados de Bosnia. Nadie puede detener ya ese proceso. Tampoco el plan Vance-Owen"

El líder serbio de la autoproclamada República Serbia de Krajina no ocultó su "decepción" por la ratificación del plan de paz y acusó a Karadzic de "doblegarse" a las presiones internacionales.

No habían pasado 24 horas desde la firma del documento en Atenas cuando los combates entre serbios y musulmanes volvían a estallar en la antigua república yugoslava. Cinco personas murieron en la capital bosnia, Sarajevo, por los ataques con morteros lanzados desde posiciones serbias. Los enfrentamientos entre las milicias de ambos bandos se reprodujeron en el frente nororiental, en la ciudad de Brcko, en el septentrional (Doboj, Teslic y Maglaj) y en Herzegovina, en las localidades de Ljuta, Vrhovína y Kalinovik. Las fuerzas de protección de Naciones Unidas (Unprofor) informaron también de choques entre croatas y musulmanes en Bosnia central.

Mientras tanto, las denuncias sobre la práctica de limpieza étnica continúan. El representante del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiado (ACNUR), José María Mendiluce, aseguró que serbios y croatas continuaban intimidando a las poblaciones musulmanas. Ayer mismo, un grupo de 230 aterrorizados refugiados musulmanes, expulsados por los serbios de la localidad de Banja Luka, llega ron hacinados en ocho camiones a Travnik, en Bosnia central.