El informe propone reformar los mercados laborales para luchar contra el aumento del desempleo

La eliminación de las rigideces del sistema económico y, en concreto, la flexibilización de los mercados laborales, es uno de los consejos del FMI para ayudar a la recuperación económica mundial y la lucha contra el desempleo. El Fondo califica estas reformas estructurales como "la tercera dimensión en la estrategia a medio plazo", e insiste: en que solamente con una política de reforma en profundidad de estas rigideces se mejorará la eficacia de los sistemas económicos y la mejor utilización de los recursos disponibles.Según el análisis de este organismo internacional, el proceso de flexi...

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La eliminación de las rigideces del sistema económico y, en concreto, la flexibilización de los mercados laborales, es uno de los consejos del FMI para ayudar a la recuperación económica mundial y la lucha contra el desempleo. El Fondo califica estas reformas estructurales como "la tercera dimensión en la estrategia a medio plazo", e insiste: en que solamente con una política de reforma en profundidad de estas rigideces se mejorará la eficacia de los sistemas económicos y la mejor utilización de los recursos disponibles.Según el análisis de este organismo internacional, el proceso de flexibilización de las economías ha sido muy desigual entre los países industrializados y ha tenido mayor desarrollo en los mercados financieros y en el comercio mundial, que en cuestiones laborales. El informe señala que los países desarrollados "no han aprovechado la reducción de la inflación y el aumento del desempleo para flexibilizar los mercados laborales". En anteriores informes ya se había urgido sobre la conveniencia de reducir los modelos de contratación laboral y evitar la indiciación salarial a la inflación.

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"La dificultad de llevar a cabo estas reformas" añade el informe, "está relacionada con el hecho de que los sistemas de contratación y remuneración laboral se utilizan con frecuencia como políticas sociales o de redistribución". Según el FMI, esto es un error generalizado en los países europeos, porque las políticas de salarios mínimos o altos seguros de desempleo "distorsionan el mercado laboral y dificultan las políticas de creación de empleo". A su juicio, estas prácticas deben ser sustituidas por políticas de redistribución de tipo fiscal que no obstaculicen la flexibilidad laboral.

Por primera vez en los últimos años, los expertos del Fondo añaden a la tradicional mezcla de políticas fiscal y monetaria, unas recomendaciones sobre políticas laborales, en lo que denominan la "tercera dimensión".

Esta consideración está vinculada al alarmante crecimiento del desempleo en los países industrializados, que el FMI cifra en el 7,8% de la población activa en 1992, que se convertirá en el 8,1 % a finales de este año. Esta tasa es más preocupante en los países comunitarios, con una media del 10,2% en 1992, que pasará al 11,1 % a finales de año.

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