Sin grecofobia

"Aquí no tenemos grecofobia. Sabemos que Grecia nos perjudica mucho en Occidente. Sabemos que utiliza todo pretexto y oportunidad para infligirnos daño. Pero también sabemos que tenemos que tener con Grecia las mejores relaciones posibles". Así explica Alev Kilic, en la sede del Ministerio de Exteriores turco, la visión de Ankara de las tradicionalmente tensas relaciones entre Grecia y Turquía, ambos miembros de la OTAN, pero enfrentados por numerosas cuestiones, en especial por el conflicto de Chipre. El conflicto sigue vivo veinte años después de que Turquía reaccionara con la invasión del n...

"Aquí no tenemos grecofobia. Sabemos que Grecia nos perjudica mucho en Occidente. Sabemos que utiliza todo pretexto y oportunidad para infligirnos daño. Pero también sabemos que tenemos que tener con Grecia las mejores relaciones posibles". Así explica Alev Kilic, en la sede del Ministerio de Exteriores turco, la visión de Ankara de las tradicionalmente tensas relaciones entre Grecia y Turquía, ambos miembros de la OTAN, pero enfrentados por numerosas cuestiones, en especial por el conflicto de Chipre. El conflicto sigue vivo veinte años después de que Turquía reaccionara con la invasión del norte de la isla al intento de los coroneles griegos de derrocar al presidente chipriota, el arzobispos Makarios, con un golpe auspiciado desde Atenas."Grecia, como miembro de la Comunidad Europea (CE), es la que menos necesita la cooperación regional balcánica. Al menos eso es lo que piensa Atenas, aunque nosotros creamos que es una actitud miope, poco sabia. Pero para nosotros es vital la cooperación y la estabilidad balcánica por muchos motivos. Primero, es nuestra vía hacia Europa occidental. Segundo, aunque sabemos que en la agenda de incorporaciones a la CE estamos muy por debajo de países como Austria, Suecia o Suiza y los centroeuropeos checos, polacos o húngaros, nuestro objetivo sigue siendo la integración e ingreso en la CE. Para ello tenemos que prepararnos, y esto se hace en la cooperación multilateral regional", señala Kilic.

"Lo del eje Albania, Macedonia, Bulgaria y Turquía contra Grecia es una tontería. ¿Cómo vamos a hacer un eje, además sobre bases religiosas, que sería contraproducente para nosotros? Somos un país laico. No somos herederos del imperio otomano, aunque esto no signifique que negamos la historia. Invitamos a Grecia a unirse a nosotros, reconocer a Macedonia y colaborar en la estabilidad e integración de esta región. Grecia debía haber reconocido a Macedonia; se lo pedimos. Pero los griegos se han metido ellos mismos en un callejón que era fácilmente evitable. Ahora, con el ambiente de exaltación creado, tienen un serio problema. No le quepa la menor duda de que Grecia quiere la desaparición del Estado de Macedonia", añade Kilic.