Los suplicatorios pueden parar el caso hasta después de las elecciones

El eventual envío de suplicatorios a las Cámaras para proceder contra los parlamentarios socialistas Carlos Navarro y Josep Maria Sala puede originar la paralización del caso Filesa hasta después de la campaña electoral. Fuentes del Tribunal Supremo han expresado sus dudas acerca de que el Congreso y el Senado dispongan de tiempo para tramitar las autorizaciones para proceder penalmente antes de su disolución.El abogado de la acusación Marcos García Montes ya ha dado la voz de alarma: "Teniendo en cuenta las próximas fiestas de Semana Santa y la más que previsible futura disolución de a...

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El eventual envío de suplicatorios a las Cámaras para proceder contra los parlamentarios socialistas Carlos Navarro y Josep Maria Sala puede originar la paralización del caso Filesa hasta después de la campaña electoral. Fuentes del Tribunal Supremo han expresado sus dudas acerca de que el Congreso y el Senado dispongan de tiempo para tramitar las autorizaciones para proceder penalmente antes de su disolución.El abogado de la acusación Marcos García Montes ya ha dado la voz de alarma: "Teniendo en cuenta las próximas fiestas de Semana Santa y la más que previsible futura disolución de ambas Cámaras con anterioridad a la época estival, de no producirse la petición de suplicatorios de forma urgente podría darse la esperpéntica situación de que no se pudieran tramitar ante la comisión correspondiente", afirma el abogado en un escrito al Supremo. En tal caso, para García Montes "de nada serviría la investigación hasta la fecha practicada".

Y ello porque desde el mismo momento en que un juez insta un suplicatorio debe abstenerse de continuar sus indagaciones. Según el artículo 753 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, los procedimientos contra parlamentarios "se suspenderán desde el día en que se dé conocimiento a las Cortes, estén o no abiertas, permaneciendo las cosas en el estado en que se hallen hasta que el cuerpo colegislador respectivo resuelva lo que tenga por conveniente".

Así, si la respuesta a los suplicatorios no llegase hasta la nueva legislatura, los socialistas evitarían la pesadilla de que la instrucción del caso Filesa martillease durante su campaña electoral.

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El mecanismo del suplicatorio lo pone en marcha el instructor. Cuando aprecia indicios de delito, -y en el caso Filesa hay pocas dudas acerca de las apreciaciones del juez Barbero-, debe elevar una propuesta a la Sala Segunda del Supremo para que sea ésta la que curse los suplicatorios a las Cortes.

La propuesta del instructor a la Sala debe ir amplia y profundamente motivada, por lo que el magistrado tardaría no menos de dos semanas, según sus propias estimaciones, en proponer los suplicatorio, pero con las vacaciones de Semana Santa por medio, la propuesta podría acercarse a las postrimerías del mes de abril.

El auto en que se acuerda el envío del suplicatorio debe ser firme antes de ser remitido al Congreso. Según fuentes del Supremo, con las nueve partes personadas en el caso, bastarían un par de recursos para retrasar uno o dos meses el envío del suplicatorio a las Cortes.

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