El PSOE sólo gana en Extremadura y Andalucía

El vuelco electoral registrado por la macroencuesta de Demoscopia tiene un reparto territorial uniforme en todas las comunidades autónomas, con sólo tres excepciones: Extremadura, Navarra y La Rioja, donde el reparto de diputados seria idéntico al actual. En todas las demás, desciende el PSOE y sube el PP. Hay un deterioro sensible de los socialistas por su izquierda en beneficio de Izquierda Unida, mientras que la práctica desaparición del CDS engrosa el voto de los populares. En casos como el de Madrid el impacto es espectacular, ya que de un empate a 12 se pasa a 16 diputados para los popul...

El vuelco electoral registrado por la macroencuesta de Demoscopia tiene un reparto territorial uniforme en todas las comunidades autónomas, con sólo tres excepciones: Extremadura, Navarra y La Rioja, donde el reparto de diputados seria idéntico al actual. En todas las demás, desciende el PSOE y sube el PP. Hay un deterioro sensible de los socialistas por su izquierda en beneficio de Izquierda Unida, mientras que la práctica desaparición del CDS engrosa el voto de los populares. En casos como el de Madrid el impacto es espectacular, ya que de un empate a 12 se pasa a 16 diputados para los populares por diez de los socialistas.

Sangría en Andalucía

El PSOE mantiene una clara ventaja en dos comunidades: Extremadura, donde repite resultados, y en Andalucía, aunque en este caso sufre una sangría importante y pierde nueve de los 42 escaños que consiguió en las elecciones generales de 1989. El PP gana siete diputados, aunque el margen entre ambas formaciones favorece ampliamente a los socialistas por 33 a 19. Andalucía da a Izquierda Unida un avance de cinco a nueve escaños, mientras el Partido Andalucista podría perder por su crisis interna los dos que tiene.El PP conserva o aumenta la superioridad que ya tiene en Castilla y León, Galicia y Navarra y rebasa a los socialistas en Madrid, Baleares y Aragón. En los dos primeros casos el equilibrio se rompe a favor de los populares. En Aragón, el Partido Popular tenía tres escaños menos y ahora superaría en uno a los socialistas. El diputado de Ceuta pasaría de las manos del PSOE a las del PP.

Se registran situaciones de virtual empate en Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, La Rioja, Asturias, Comunidad Valenciana y Murcia. En estos dos últimos territorios el PSOE ha gozado de cómodas mayorías en las últimas elecciones. En las dos regiones consiguió en 1989 más de la mitad de los escaños en disputa. Esto no significa necesariamente que haya un trasvase directo de votos del PSOE al PP. En el caso de Murcia los socialistas pierden un escaño en beneficio de Izquierda Unida y el PP se adjudica el que tenía el CDS. También en la Comunidad Valenciana los populares se benefician de las dos actas que tenían los centristas, aunque ganan otras dos adicionales. Uno de los escaños socialistas va a parar a manos de Izquierda Unida.

Cataluña y País Vasco

En Cataluña el mapa electoral también experimenta alteraciones. Convergència y Unió puede convertirse en el partido más votado por primera vez en unas elecciones generales, aunque más por la ligera erosión del voto socialista que por mejora propia. El Partido Popular registra una subida importante, ya que como mínimo dobla los cuatro diputados que tenía. IC-IU conserva sus tres escaños y Esquerra Republicana reaparece en el Parlamento con un diputado. Más estable es la situación del País Vasco, donde PSOE y PNV obtendrían entre 5 y 6 escaños, frente a los seis que obtuvieron los socialistas en 1989 y los cinco de los nacionalistas. Herri Batasuna repite los cuatro que ya tenía; el PP tiene la opción de pasar de dos a tres y Eusko Alkartasuna puede perder uno de los dos que tenía. Euskadiko Ezkerra (dos escaños) desaparece de la escena política tras su división interna y la fusión con el PSOE. La posible ganancia de un acta por el PNV revela una subida relativa, ya que el conjunto del País Vasco pierde dos escaños por razones demográficas.