España pide cambios básicos en la constitución del Laboratorio Europeo de Física de Partículas

España se abstuvo ayer en la votación sobre el presupuesto para 1993 del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN). La abstención española fue la única entre los 17 países miembros. La dura postura del delegado español, que pidió cambios fundamentales en la constitución del CERN, y las medidas que ya adoptadas unilateralmente por nuestro país han creado desconcierto entre otros delegados, que prefieren entender que se trata únicamente de una manera para forzar la negociación y no de un próximo abandono español del CERN.

ENVIADA ESPECIAL"Estamos afrontando problemas económic...

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España se abstuvo ayer en la votación sobre el presupuesto para 1993 del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN). La abstención española fue la única entre los 17 países miembros. La dura postura del delegado español, que pidió cambios fundamentales en la constitución del CERN, y las medidas que ya adoptadas unilateralmente por nuestro país han creado desconcierto entre otros delegados, que prefieren entender que se trata únicamente de una manera para forzar la negociación y no de un próximo abandono español del CERN.

ENVIADA ESPECIAL"Estamos afrontando problemas económicos internos difíciles" dijo ayer Serafín de la Concha, del Ministerio de Industria y Energía, que encabeza la delegación española en el comité de finanzas del CERN, reunido ayer. De la Concha, que se negó a hacer declaraciones a este periódico, señaló que distintos países de la organización tienen diferentes situaciones y que algunos están bien preparados para aprovechar mucho el laboratorio. Los retornos científicos e industriales que España obtiene son bajos a cambio de la cuota que paga, según Industria. Ésta es la primera reivindicación planteada en el CERN.El presupuesto aprobado ayer por los otros 16 países miembros fue de 950 millones de francos suizos para 1993, de los que España tendría que pagar un 8%, casi 75 millones de francos suizos (unos 5.800 millones de pesetas). Es un presupuesto igual al del año pasado e inferior en 20 millones de francos al previsto.

El LHC, no obligatorio

De la Concha propuso que aumenten los programas del laboratorio no obligatorios para todos sus países miembros, y puso como ejemplo el superacelerador de partículas LHC, que es el proyecto más importante para el futuro de este organismo europeo de investigación. También manifestó la necesidad de "discutir cuestiones estratégicas, problemas generales de la organización".La delegación británica acababa de proponer la adopción de medidas sancionadoras para los países que retrasen su pago al CERN, así como incentivos para quienes ingresen la cuota anticipadamente. Y Alemania se manifestó en el mismo sentido. Este país negoció el año pasado una reducción de su cuota, del 25% del presupuesto del CERN que le correspondía a un 22,5%, a partir de 1994.

España no ha pagado al CERN desde finales de 1991, no tiene presupuestada la cuota de 1993 y en el pasado diciembre anunció una reducción unilateral de su cuota a un tercio de lo que le corresponde. Es actualmente el país más moroso de los 17 miembros.

El italiano Marcello Gigliarelli-Fiumi preside el grupo de trabajo encargado de buscar salidas a los problemas de los retornos que han planteado varios países, incluida Italia, que aporta un 17% del presupuesto del CERN.

"Estamos estudiando mecanismos por los cuales cada país pueda obtener en contratos al menos un 50% de lo que paga y ver si esos mecanismos funcionan en los próximos años", comentó.

De la Concha había defendido en la reunión la adopción de una política de justo retorno (que cada país reciba contratos por valor de lo que aporta). "Para ello habría que cambiar la constitución del CERN, lo que llevaría muchísimo tiempo" señaló Christian Roche, miembro del comité de finanzas del CERN, "porque ahora este organismo se rige por el principio de contratar las ofertas más baratas que satisfagan las especificaciones técnicas". Según Gigliarelli-Fiumi, la política de justo retorno supondría un incremento de los gastos del CERN en un 20%.

Para mejorar el aprovechamiento de los científicos españoles en este centro, tanto el delegado italiano como Roche señalaron la conveniencia de crear un instituto que aglutinara y dirigiera la investigación española en física de altas energías, es decir, que preparase en casa el trabajo para participar en óptimas condiciones en el CERN.

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