España perdió 2.717 la millones de dólares de sus reservas exteriores en febrero

Las reservas centrales de oro y divisas españolas descendieron en 2.717,6 millones de dólares (más de 315.000 millones de pesetas) durante el mes de febrero, en el que el Banco de España tuvo que intervenir en defensa de la peseta. Tras esta caída y la ganancia del mes de enero, el nivel de reservas exteriores se sitúa en 51.025,2 millones de dólares, cifra algo superior a la del cierre de 1992 e inferior en más de 20.000 millones de dólares (2,34 billones de pesetas) al máximo histórico que se alcanzó durante el pasado mes de junio, antes de iniciarse la tormenta monetaria.La pérdida d...

Las reservas centrales de oro y divisas españolas descendieron en 2.717,6 millones de dólares (más de 315.000 millones de pesetas) durante el mes de febrero, en el que el Banco de España tuvo que intervenir en defensa de la peseta. Tras esta caída y la ganancia del mes de enero, el nivel de reservas exteriores se sitúa en 51.025,2 millones de dólares, cifra algo superior a la del cierre de 1992 e inferior en más de 20.000 millones de dólares (2,34 billones de pesetas) al máximo histórico que se alcanzó durante el pasado mes de junio, antes de iniciarse la tormenta monetaria.La pérdida de reservas durante el mes de febrero ha sido inferior a la cifra que los analistas financieros calculan que se ha tenido que gastar la autoridad monetaria para mantener la cotización de la peseta en las últimas semanas, porque buena parte de las divisas que tuvo que vender el Banco de España durante la última quincena del mes se compensó con las fuertes compras realizadas en la primera decena, cuando los mercados estaban más tranquilos. Además, el alto nivel de reservas centrales españolas ofrece una rentabilidad cercana a los 500 millones de dólares mensuales.

Descontadas esas cantidades, la intervención real realizada por el Banco de España durante la segunda quincena de febrero para defender la peseta contra los especuladores se acercaría a los 6.000 millones de dólares (700.000 millones de pesetas), más del 11% de las reservas totales. En los meses más duros de la tormenta monetaria (entre septiembre y noviembre de 1992), el banco emisor destinó un tercio de sus reservas (23.718 millones de dólares) a favor de la peseta.