Clinton y Major liman asperezas en la Casa Blanca

Quedan lejos los tiempos en los que Ronald Reagan y Margaret Thatcher robustecían con su coincidencia ideológica la relación entre los dos grandes aliados de ambos lados M Atlántico, pero Bill Clinton y John Major, separados ahora por los colores de sus respectivos partidos, también coincidieron ayer, en la primera entrevista entre ambos, en que sus países seguirán unidos por unos lazos "muy especiales".

El presidente norteamericano declaró ayer en una conferencia de prensa junto al primer ministro británico que "Estados Unidos seguirá teniendo una relación muy especial" con el Reino Un...

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Quedan lejos los tiempos en los que Ronald Reagan y Margaret Thatcher robustecían con su coincidencia ideológica la relación entre los dos grandes aliados de ambos lados M Atlántico, pero Bill Clinton y John Major, separados ahora por los colores de sus respectivos partidos, también coincidieron ayer, en la primera entrevista entre ambos, en que sus países seguirán unidos por unos lazos "muy especiales".

El presidente norteamericano declaró ayer en una conferencia de prensa junto al primer ministro británico que "Estados Unidos seguirá teniendo una relación muy especial" con el Reino Unido.Esta visita de John Major estuvo precedida por las sospechas de cierto malestar británico en relación con los rumores de que Clinton podría nombrar a un mediador para el conflicto de Irlanda del Norte. El presidente norteamericano dijo ayer que todavía no había hablado de ese asunto con su interlocutor, pero comentó que Estados Unidos está dispuesto a contribuir "con un papel constructivo" a resolver el problema mediante "una solución política".

Poco antes de la entrevista entre Major y Clinton, doce senadores demócratas, encabezados por Edward Kennedy y Patrick Moynihan, ambos de origen irlandés y ambos con fuerte peso en la Cámara alta, criticaron "los continuos abusos contra los derechos humanos" en Irlanda del Norte y pidieron al presidente que "termine con la larga tradición de silencio" de Estados Unidos.

John Major se entrevistó en la mañana de ayer con el presidente del Congreso, Tom Foley, también de origen irlandés, y a quien se menciona como la persona a la que Clinton podría encomendar la misión de mediación para encontrar una solución pacífica a la crisis del Ulster.

Durante la conferencia de prensa de ayer, John Major tampoco quiso confirmar el nombramiento de un mediador norteamericano, pero explicó que su Gobierno está decidido a "reanudar conversaciones con todas las partes en Irlanda del Norte para tratar de conseguir un compromiso político satisfactorio".

En relación con las quejas sobre los derechos humanos, Clinton dijo que ése es un asunto que hay que situar "en el contexto de la negociación política". Major añadió que "el verdadero abuso que se comete en Irlanda del Norte es el de los derechos de la gente que se encuentra con una bomba en un centro comercial cuando está dedicándose a sus ocupaciones diarias".

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Clinton y Major discutieron también la necesidad de llegar lo antes lo posible a un compromiso "justo" en la Ronda Uruguay y a realizar esfuerzos, dentro del Grupo de los Siete, para relanzar el crecimiento económico en todos los países más desarrollados.

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