Un campus con 10 carriles

La Ciudad Universitaria no fue nunca ni una ciudad, ni totalmente universitaria. Además de estar partida por una autovía de 10 carriles, sus instalaciones acogen a la presidencia del Gobierno, hospitales, el Consejo de Seguridad Nuclear, el Faro de Moncloa, etcétera. Su plan de reforma, ahora revisado a la baja, intentaba en su espíritu que el recinto respondiera a su denominación.

Las intenciones ahora son más modestas. La presidencia de la nación no se puede trasladar, y sacar la carretera de La Coruña del campus parece complicado. Incluso ahora, el nuevo plan debe dar cabida a ed...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La Ciudad Universitaria no fue nunca ni una ciudad, ni totalmente universitaria. Además de estar partida por una autovía de 10 carriles, sus instalaciones acogen a la presidencia del Gobierno, hospitales, el Consejo de Seguridad Nuclear, el Faro de Moncloa, etcétera. Su plan de reforma, ahora revisado a la baja, intentaba en su espíritu que el recinto respondiera a su denominación.

Las intenciones ahora son más modestas. La presidencia de la nación no se puede trasladar, y sacar la carretera de La Coruña del campus parece complicado. Incluso ahora, el nuevo plan debe dar cabida a edificios que no pertenecen a la Universidad, como el Instituto Nacional de Investigaciones Biológicas del Centro de Investigaciones Químicas.

Más información

Pero el autor del proyecto, el arquitecto Leopoldo Arnaiz, asegura que su plan, en contra de sus críticos, "integrará el recinto universitario en la ciudad". Para ello concibe la creación de pequeñas zonas comerciales espolvoreadas por el campus. Serán áreas de servicios para los 140.000 estudiantes y los visitantes ocasionales. "Los espacios libres del recinto son para los ciudadanos, y éstos necesitan servicios". El área comercial más importante se encajará en alguno de los huecos del llamado puente de los 15 ojos.

Otras de las preocupaciones del plan es evitar el tráfico que atraviesa el campus en busca de la N-VI. Para ello, Arnaiz ha proyectado una vía borde que conectará el eje de Sinesio Delgado con la avenida de Pablo Iglesias. Este eje se convertirá en una de las conexiones principales entre la carretera de La Coruña y Raimundo Fernández Villaverde.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En