China: "Las sanciones de la CE prácticamente no existen"

Felipe González defendió ayer, al término de su visita de tres días a Pekín, la política del pragmatismo en las relaciones con China y el interés de participar en el enorme proceso de transformación económica que está viviendo este país. "A Occidente le interesa básicamente que una quinta parte de la humanidad tenga la capacidad de acertar en un desarrollo estable", afirmó el presidente del Gobierno español. Según manifestó González, España "ha marcado la pauta" dentro de la CE para la normalización de relaciones con China tras la matanza de Tiananmen en 1989. Las sanciones que la Comunidad ma...

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Felipe González defendió ayer, al término de su visita de tres días a Pekín, la política del pragmatismo en las relaciones con China y el interés de participar en el enorme proceso de transformación económica que está viviendo este país. "A Occidente le interesa básicamente que una quinta parte de la humanidad tenga la capacidad de acertar en un desarrollo estable", afirmó el presidente del Gobierno español. Según manifestó González, España "ha marcado la pauta" dentro de la CE para la normalización de relaciones con China tras la matanza de Tiananmen en 1989. Las sanciones que la Comunidad mantiene (prohibición de visitas de jefes de Estado y de la cooperación militar) son prácticamente inexistentes".Felipe González comparó la evolución de la antigua URSS con lo que pasa en China para subrayar que se trata dé un modelo distinto de transformación de una economía planificada a una de mercado y dio por descontado que el, desarrollo provocará inevitablemente cambios políticos y sociales.

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Mientras China, explicó, ha crecido entre el 8% y el 10% de media en los últimos 10 años, en la antigua Unión Soviética el producto interior bruto ha caído entre el 40% y el 50% en sólo cuatro años.

Y para dar una dimensión del problema que acarrearía un fracaso del modelo chino, Felipe González reconoció que "en Europa se ha tomado consciencia", dijo, "de que no tenemos capacidad de respuesta para la magnitud de la crisis de la ex URSS".

González insistió en la importancia que tiene para las empresas españolas estar presentes en un mercado como el chino, con posibilidades enormes de inversión. Esa presencia externa no se discute en países como Alemania, el Reino Unido o Italia porque forma parte de "los intereses nacionales".

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