Fraga dice en Barcelona, que el centralismo es el peor separatismo

"¿Queremos olvidar que son los centralismos los viveros y criaderos de separatismos y que son los autononmismos, al contrario, los únicos antídotos contra los nacionalismos disgregadores?". La pregunta la formuló ayer Manuel Fraga Iribarne, presidente de la Xunta de Galicia, en la Universidad Pompeu Fabra, en Barcelona, ante unas 500 personas, estudiantes universitarios en su mayoría. Y no sólo hizo la pregunta; también dio la respuesta: el futuro de España debe ser la administración única para las 17 comunidades autónomas, aunque no necesariamente en todas al mismo tiempo. Fraga llegó a utili...

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"¿Queremos olvidar que son los centralismos los viveros y criaderos de separatismos y que son los autononmismos, al contrario, los únicos antídotos contra los nacionalismos disgregadores?". La pregunta la formuló ayer Manuel Fraga Iribarne, presidente de la Xunta de Galicia, en la Universidad Pompeu Fabra, en Barcelona, ante unas 500 personas, estudiantes universitarios en su mayoría. Y no sólo hizo la pregunta; también dio la respuesta: el futuro de España debe ser la administración única para las 17 comunidades autónomas, aunque no necesariamente en todas al mismo tiempo. Fraga llegó a utilizar la expresión "Estado federalizante" para referirse a su concepción.

El presidente de la Xunta no dudó en apremiar a una reforma de la Constitución que, sobre todo, debería abordar la m odificación del Senado -"una Cámara hoy inoperante y desaprovechada"- para convertirlo en Cámara territorial.Fraga, que afirmó que colaboró con la dictadura del general Franco para promover la reforma desde dentro y que, aseguró, no veía especial valor ético a la postura contraria, se mostró en su conferencia como un decidido paladín de la descentralización del Estado, que debe estructurarse sobre la base de la administración única, según explicó.

En el camino del autonomismo no debería haber vacilaciones ni "errores" como los cometidos con la autonomía andaluza o la LOAPA (Ley de Armonización del Proceso Autonómico), o en la "cicatería" con que el Gobierno aborda las transferencias a las comunidades autónomas.

La desentralización, aseguró Manuel Fraga, es una tarea urgente, que debe ser acometida antes de que los problemas se agudicen y agranden aún más "por la necesidad que a muy corto plazo impone la conversión de todo el sistema autonómico en otro decididamente federal".

Entre las medidas urgentes para profundizar en el proceso de consolidación de las autonomías, "que ha entrado en un punto muerto", según dijo, Fraga citó la reforma del Senado, la constitución del Consejo Económico y Social, y la creación de una conferencia de presidentes autonómicos que se reunieran regularmente, a imagen de las conferencias sectoriales que actualmente funcionan en los diversos ministerios.

Subsidiariedad

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La consolidación del autonomismo sobre la base del respeto a la identificación, autogobierno, la solidaridad y la subsidiariedad, no debe esperar, dijo, a que haya movimientos separatistas en las 117 comunidades autónomas. Pero tampoco debe limitarse a la Administración central, debe llegar a los gobiernos autónomos que tienen que ceder parte de sus competencias a las diputaciones, las comarcas y los ayuntamientos.La posibilidad de que se separe la instancia decisoria de la ejecutora cuenta con un claro precedente, afirmó: la Comunidad Europea, que regula pero no ejecuta.

Manuel Fraga dedicó una parte importante de su conferencia a defender la constitucionalidad de su propuesta y recordó que es preferible acometer una reforma constucional parcial "a tiempo", en previsión, de otras forzadas. "No hay que confundir reforma constitucional con inestabilidad política", dijo. "A veces la estabilidad política requiere la reforma", añadió.

Terminada la conferencia, unos estudiantes quisieron saber qué tipo de evolución había experimentado desde los años en que era ministro de la dictadura. La respuesta de Fraga fue remitirles a un texto autobiográfico publicado y añadir que él colaboró con el franquismo para conseguir la reforma y buscar apoyos para la. misma desde dentro, por lo que no se arrepentía de nada.

En el mismo tono respondió a otro estudiante que quiso saber si Cataluña, Galicia y el País Vasco necesitaban la existencia de un "Estado español" para integrarse en la Europa comunitaria. Tras recordarle que hay cosas que se curan con la edad, le recomendó leer a Hegel.

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