Jordania pide a España mayor implicación en el proceso de paz

El ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, presentó ayer a España ante los responsables jordanos como uno de los países occidentales más afines a sus preocupaciones. Sus interlocutores le pidieron mayor participación de su Gobierno y de la CE en el estancado proceso de paz entre Israel y los árabes.En su primer viaje a Oriente Próximo, el jefe de la diplomacia española se entrevistó ayer con el primer ministro jordano, Charif Zeid Ben Chaker; con su ministro de Exteriores, Kamel Abu Jaber, y con el ex jefe de Gobierno hispanófilo Taher el Masri. Hoy será recibido por el rey Huss...

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El ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, presentó ayer a España ante los responsables jordanos como uno de los países occidentales más afines a sus preocupaciones. Sus interlocutores le pidieron mayor participación de su Gobierno y de la CE en el estancado proceso de paz entre Israel y los árabes.En su primer viaje a Oriente Próximo, el jefe de la diplomacia española se entrevistó ayer con el primer ministro jordano, Charif Zeid Ben Chaker; con su ministro de Exteriores, Kamel Abu Jaber, y con el ex jefe de Gobierno hispanófilo Taher el Masri. Hoy será recibido por el rey Hussein, enfermo de cáncer, en Aqaba.

Solana volvió a condenar con dureza "la decisión ilegal" de deportar a Líbano a 400 palestinos y reveló que el embajador español ante la ONU, Juan Antonio Yáñez, acababa de "recibir instrucciones para que transmita al Consejo de Seguridad", del que España forma parte, "su preocupación por el incumplimiento por Israel de la resolución 799" de Naciones Unidas, que le obliga a readmitir a los expulsados.

Si a su regreso de su actual visita a Tel Aviv Chinmaya Gharekhan, emisario del secretario general de la ONU, no logra ningún avance sobre el retorno de los deportados, Solana vaticinó que "algo pasará en el Consejo de Seguridad", pero ante la prensa se negó a dar más detalles. Reconoció que la comunidad internacional "no mide del todo con la misma vara" a Israel y a Irak.

El ministro confía, sin embargo, en que, como muy tarde, "en abril estará parcialmente resuelto el drama humano provocado por la expulsión". "La nueva Administración norteamericana está en ello", añadió.

Nuevas iniciativas

A pesar del escollo que supone esa deportación masiva, Solana cree que es un buen momento "para el anuncio de iniciativas que reactiven el proceso de paz" y que, espera, partirán de Israel. "Pueden confirmar, por ejemplo, la decisión de la Knesset [Parlamento israelí] de autorizar los contactos particulares" con la OLP, pero descartó que Tel Aviv negocie directamente la paz con la dirección palestina. "Acaso se monte, a través de un tercer país, un teléfono rojo" entre ambas partes para situaciones de crisis.La supuesta mayor dedicación de la Administración de Clinton a los asuntos internos y la mayor sensibilidad de los demócratas norteamericanos por los intereses de Israel incitaron, sin embargo, a todos los interlocutores de Solana a insistirle en que la CE se involucre más directamente en el proceso de paz.

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Solana rehusó pronunciarse sobre las reticencias de Francia sobre el ataque perpetrado el domingo por EE UU contra un centro nuclear iraquí. Sólo reiteró su respaldo a tal actuación. Mientras, el séquito del ministro no disimulaba su disgusto por la incoherencia de París, que, tras explicar que no participaba en la acción por falta de medios, intenta recomponer sus lazos con el mundo árabe.

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