Secuestradas dos monjas españolas en Filipinas

Dos carmelitas españolas residentes en Filipinas, una de ellas destinada en una leprosería y la otra en un centro clínico, fueron secuestradas ayer por tres hombres armados mientras disfrutaban de una jornada de descanso en una playa turística de la isla de Sulu, situada a unos 960 kilómetros al sur de Manila.

El secuestro de Fátima Uribarren, de 38 años, y de Julia Forrester, de 65, sigue a otros 57 perpetrados desde el pasado mes de julio en diferentes lugares del archipiélago, y su objetivo fundamental ha sido la obtención de rescate. Hace poco más de una semana, la intervención poli...

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Dos carmelitas españolas residentes en Filipinas, una de ellas destinada en una leprosería y la otra en un centro clínico, fueron secuestradas ayer por tres hombres armados mientras disfrutaban de una jornada de descanso en una playa turística de la isla de Sulu, situada a unos 960 kilómetros al sur de Manila.

El secuestro de Fátima Uribarren, de 38 años, y de Julia Forrester, de 65, sigue a otros 57 perpetrados desde el pasado mes de julio en diferentes lugares del archipiélago, y su objetivo fundamental ha sido la obtención de rescate. Hace poco más de una semana, la intervención policial para liberar a una adolescente de 15 años concluyó con su muerte y la de los cuatro captores.El secuestro de las dos religiosas, pertenecientes a la congregación Carmelitas de la Caridad y residentes en la localidad de Jolo, fue cometido en una provincia mayoritariamente musulmana en la que también operan las guerrillas comunistas. Ocurrió a las 8.40 (hora local), cuando las dos hermanas paseaban con otras compañeras filipinas por la playa turística de Maubo.

Desde una motora, que en una rápida maniobra se situó casi en la misma playa, tres hombres armados saltaron a tierra y obligaron a las dos carmelitas a subir a la embarcación, con la que huyeron después. Alguien alertó a la policía y poco después una patrulla marítima avistaba la lancha. Al sentirse en peligro y temer una andanada, los delincuentes colocaron a las monjas como pantalla y las fuerzas de seguridad optaron por dejar escapar a los secuestradores. Fuentes policiales manifestaron desconocer la identidad del grupo, cuyos integrantes pueden ser milicianos musulmanes independentistas, guerrilleros comunistas o simplemente bandidos.

El embajador español en Manila, Herminio Morales, tuvo que comunicarse por radio con Jolo al no ser posible la conexión telefónica, y pudo conocer algunos detalles del suceso a través del arzobispo de la diócesis, perteneciente a la orden de Oblatos de María.

Religiosas muy apreciadas

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La Embajada no ha recibido petición de rescate ni los protagonistas del secuestro se han puesto en contacto con los diplomáticos españoles para reclamar su autoría. "Las dos hermanas eran muy apreciadas porque, aunque trabajaban en una población mayoritariamente musulmana, atendían también a los cristianos. Una de ellas vivía en Filipinas desde hace unos cuatro años, y la hermana Forrester desde 1978", informó Morales a este diario. "Mañana [por hoy] viajarán desde Manila dos religiosas y un padre claretiano a Sulu para averiguar con precisión las circunstancias en que ocurrieron los hechos". La mayor parte de los secuestrados en Filipinas han sido hijos de acaudalados empresarios chinos.

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