Alemama recibió casi medio millón de refugiados procedentes de los países del Este durante 1992

En 1992 pidieron asilo político en Alemania 138.191 personas, una cifra récord que supone un aumento de más de un 70% con respecto al año anterior. Bonn, además de intentar cerrar la puerta legal por la que llegan estos refugiados, en su mayoría del Este, forzando, un cambio constitucional, ensaya métodos más prácticos. El Ministerio del Interior ha reconocido que la policía fronteriza dispondrá de equipos de radar especiales y con binoculares de rayos infrarrojos, especialmente en los puestos lindantes con Polonia y Checoslovaquia, por donde entran la mayoría de los emigrantes.

La ola ...

En 1992 pidieron asilo político en Alemania 138.191 personas, una cifra récord que supone un aumento de más de un 70% con respecto al año anterior. Bonn, además de intentar cerrar la puerta legal por la que llegan estos refugiados, en su mayoría del Este, forzando, un cambio constitucional, ensaya métodos más prácticos. El Ministerio del Interior ha reconocido que la policía fronteriza dispondrá de equipos de radar especiales y con binoculares de rayos infrarrojos, especialmente en los puestos lindantes con Polonia y Checoslovaquia, por donde entran la mayoría de los emigrantes.

La ola de violencia racista y xenófoba que el año pasado se cobró dos decenas de vidas a lo largo de más de 2.000 incidentes, no parece haber atemorizado a los emigrantes que llegan a Alemania en busca de una mejor vida o, simplemente, como entrada a la fortaleza Europa. Estas cifras, sin embargo, no reflejan más que una porción del fenómeno migratorio, ya que sólo se refieren a quienes, una vez en suelo alemán, pidie ron asilo político amparándose en el artículo 16 de la Ley Fundamental.Los datos dados a conocer por el ministro del Interior, Rudolf Seiters, son un espejo claro de los conflictos y tensiones sociales que afectan a Europa. El 64,4% (282.183) proceden de la Europa del Este. Encabezan la lista los refugiados llegados de la antigua Yugoslavia en número de 122.666 (74.854 en 1991). Les siguen 103.787 rumanos, en su mayoría gitanos (40.504 en 1991); 31.540 búlgaros (12.056 en 1991); y 10.833 ciudadanos de la antigua Unión Soviética (5.690 en 1991).

Alemanes de la ex RDA

A este éxodo hay que añadir más de 200.000 personas de origen alemán, procedentes también de la Europa Oriental, que no se incluyen dentro de estas estadísticas ya que tienen derecho legal a la ciudadanía alemana, aunque esto no les ha librado del odio de los grupos neonazis. Del resto destacan los 28.327 turcos llegados este año, (23.877 en 1991), 12.258 vietnamitas, 10.486 nigerianos, 8.305 zalreños, 7.669 argelinos o 6.994 ghaneses.

Las precisas cifras del Ministerio del Interior descubren que las esperanzas de estos emigrantes de que se les considere refugiados políticos son infundadas. Entre enero y diciembre pasado los funcionarios de emigración estudiaron 216.356 expedientes y sólo concedieron asilo a 9.189 personas, un4,3% del total. El Gobierno y la op osición socialdemócrata llegaron a un principio de acuerdo para cambiar el generoso artículo 16 de la Constitución que regula el derecho de asilo y que tiene ahora que llegar al Bundestag (Parlamento). La nueva regulación prevé la inmediata expulsión de quienes lleguen a Alemania procedentes de un país de la Comunidad Europea. El Gobierno de Bonn intenta ahora cerrar las dos fronteras exteriores por las que llegan la mayoría de los refugiados, la de Polonia y la de la, República Checa, por lo intenta establecer sendos tratados con Varsovia y Praga. Si lo consigue, sólo lajet set, como asegura la izquierda más crítica, podrá pedir asilo en Alemania, ya no habrá otra entrada que por aire. Los instrumentos jurídicos no bastan para frenar algo tan viejo como las migraciones humanas en busca de una vida mejor.