Enfrentado a la izquierda

El enfrentamiento con la izquierda, tanto con la interna del Partido Socialista Italiano (PSI) como con la comunista que vertebró la segunda gran fuerza política del país, ha sido la marca de la carrera política de Bettino Craxi, desde que, en 1976, llegó a la secretaría general con escasos apoyos, a pesar de que era el delfín de Pietro Nenni.En una primera fase, promovió el desarrollo del PSI como una tercera fuerza autónoma frente al entendimiento entre democristianos y comunistas; en la segunda, se constituyó en el aliado gubernamental imprescindible de la Democracia Cristiana y en el prime...

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El enfrentamiento con la izquierda, tanto con la interna del Partido Socialista Italiano (PSI) como con la comunista que vertebró la segunda gran fuerza política del país, ha sido la marca de la carrera política de Bettino Craxi, desde que, en 1976, llegó a la secretaría general con escasos apoyos, a pesar de que era el delfín de Pietro Nenni.En una primera fase, promovió el desarrollo del PSI como una tercera fuerza autónoma frente al entendimiento entre democristianos y comunistas; en la segunda, se constituyó en el aliado gubernamental imprescindible de la Democracia Cristiana y en el primer presidente socialista de un Gobierno italiano, que relanzó la economía del país aunque hinchando la deuda pública; en la tercera y última, ha estado empeñado en crecer electoralmente a costa de la crisis del comunismo, sin haberlo logrado hasta ahora.

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Condujo desde un techo electoral próximo al 10% hasta casi el 15%, a un PSI que hoy no superaría su cota de votos de hace 16 años, por mucha buena voluntad que se pusiera en la extrapolación de los resultados de las elecciones del pasado lunes.

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