Tribuna:

Futuro incierto

El mercado de valores español no consiguió definir su postura ante los acontecimientos pendientes, en parte porque no se sabe qué harán las instituciones hasta concluir el ejercicio y, también, porque nadie es capaz de predecir qué va a suceder en la cumbre de Edimburgo.Como consecuencia, la sesión careció de una orientación definida y sólo el volumen negociado, con casi 13.000 millones de pesetas efectivas, ofrece algo positivo de cara al futuro, naturalmente si se acepta como bueno el que cinco valores concentren más del 50% del negocio. El pulso parece establecerse en torno al mercado de fu...

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El mercado de valores español no consiguió definir su postura ante los acontecimientos pendientes, en parte porque no se sabe qué harán las instituciones hasta concluir el ejercicio y, también, porque nadie es capaz de predecir qué va a suceder en la cumbre de Edimburgo.Como consecuencia, la sesión careció de una orientación definida y sólo el volumen negociado, con casi 13.000 millones de pesetas efectivas, ofrece algo positivo de cara al futuro, naturalmente si se acepta como bueno el que cinco valores concentren más del 50% del negocio. El pulso parece establecerse en torno al mercado de futuros, ya que esos cinco valores son de los que más ponderán en el íbex 35 y este indicador terminó la sesión con un avance que contrasta con la orientación global del mercado.

La sesión ofreció, además, un par de datos que añadir al rompecabezas bursátil, con el mantenimiento de la calificación de la deuda del reino de España por parte de Moody's y el repunte en la rentabilidad de las Letras del Tesoro a tres y seis meses. Tal caudal de información resultó excesivo para un mercado que tan solo quiere saber cómo va a concluir el ejercicio. El índice general perdió un 0, 14%, 30 centésimas, mientras que el íbex 35 ganaba un 0,66%.

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