Objetivo: Kaspárov

El Mundial de ajedrez entre computadoras desafía a la inteligencia humana

El ambiente de la última jornada del Campeonato del Mundo de ajedrez entre computadoras -venció el programa holandés Chess Machine Schröder- no era ayer muy distinto, salvo en el ruido, al de un torneo humano. Pero los programadores de ocho países reunidos esta semana en la Escuela de Informática de la Universidad Politécnica, en Madrid, tienen ambiciones distintas a las de un jugador. "Si una máquina puede vencer al campeón del mundo, también podrá diseñar un plan para resolver los problemas ecológicos de la Tierra", dicen.

Esa confianza en que el ajedrez sea una prueba de fuego en...

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El ambiente de la última jornada del Campeonato del Mundo de ajedrez entre computadoras -venció el programa holandés Chess Machine Schröder- no era ayer muy distinto, salvo en el ruido, al de un torneo humano. Pero los programadores de ocho países reunidos esta semana en la Escuela de Informática de la Universidad Politécnica, en Madrid, tienen ambiciones distintas a las de un jugador. "Si una máquina puede vencer al campeón del mundo, también podrá diseñar un plan para resolver los problemas ecológicos de la Tierra", dicen.

Esa confianza en que el ajedrez sea una prueba de fuego en el desarrollo de la inteligencia artificial tiene un razonamiento lógico que el británico David Levy, presidente de la Asocia ción Mundial de Computado ras de Ajedrez (ICCA), resume así: "El ajedrez exige pensar a largo plazo, como los grandes problemas de la Humanidad; sabes lo que puedes hacer y los medios que tienes para ello, pero desconoces cómo hacerlo". Ese paralelismo fue aprovechado hace años por el gobierno soviético que encargó a Mijail Botvínik, campeón del mundo y experto en Informática, la programación de una central nuclear. Varios de los programadores que se han dado cita en Madrid se dedican exclusivamente desde hace varios años a la in vestigación en el campo del aje drez. El campeón, Ed Schröder, no recibe financiación pública y su aparato, con un único procesador, cuesta 1.500 marcos (unas 110.000 pesetas). Rainer Feldinan y Peter Myshi wietz, padres de Zugzwang, han trabajado 7.500 horas para que su hijo, alimentado por 1.000 procesadores, juegue como un maestro internacional.

Feldman está seguro de que el ruso Gari Kaspárov o sus su cesores en el trono "serán batidos algún día por una máquina". "Sin embargo", añade, "no creo que eso ocurra antes del año 2000". Pero se anuncia que la nueva versión del gran ausente en Madrid, el programa Deep Thought (Pensamiento Profundo), financiado por IBM, verá tres millones de posiciones por segundo. Feldman se muestra escéptico.

De los 24 programas participantes de ocho países, cuatro jugaron a larga distancia, por redes telemáticas conectadas por módem. España no estuvo representada, pero José Zato, director de la Escuela de Informática, se ha marcado un ambicioso objetivo: "Queremos que el Mundial incentive a nuestros estudiantes para formar un grupo de trabajo y crear un prototipo que en 5 años sea de vanguardia".

La conclusión más importantees que ya no es imprescindible disponer de una enorme computadora para ser campeón. Varios de los programas pueden adquirirse por menos de 25.000 pesetas.

Pero hay que apretar bien los botones. Chess Genius no pudo ganar una posición muy ventajosa porque su programador le instruyó: "En desventaja, evita el cambio de piezas", en vez de decirle lo contrario. Los seres humanos siempre tendrán la exclusiva del error.

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