La adolescente violada que provocó la batalla del aborto en Irlanda, sufrió una interrupción natural de embarazo

ENRIC GONZÁLEZ Toda la batalla legal fue, al final, innecesaria. La adolescente que sufrió una violación en diciembre de 1991 y quedó embarazada, creando una fortísima polémica en Irlanda sobre el derecho del Estado a impedirle el aborto, que desembocará mañana en un referéndum, sufrió un aborto natural a las 14 semanas de gestación.

X, como se la conoce para proteger su identidad, no llegó a viajar al Reino Unido para interrumpir su embarazo, a pesar de que el Tribunal Supremo de su país le concedió autorización en última instancia. El aborto natural de la joven se produjo a principios...

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ENRIC GONZÁLEZ Toda la batalla legal fue, al final, innecesaria. La adolescente que sufrió una violación en diciembre de 1991 y quedó embarazada, creando una fortísima polémica en Irlanda sobre el derecho del Estado a impedirle el aborto, que desembocará mañana en un referéndum, sufrió un aborto natural a las 14 semanas de gestación.

X, como se la conoce para proteger su identidad, no llegó a viajar al Reino Unido para interrumpir su embarazo, a pesar de que el Tribunal Supremo de su país le concedió autorización en última instancia. El aborto natural de la joven se produjo a principios de mar2;0, cuando contaba 14 años. La noticia fue dada a conocer el domingo por la noche por fuentes cercanas a la familia.El problema legal de X comenzó cuando su padre preguntó a la policía, con total ingenuidad, si les haría falta una muestra de los tejidos del feto para respaldar genéticamente la acusación contra el violador. El padre de X iba a llevar a su hija a abortar en el Reino Unido, tal como hacen, anónimamente, cientos de mujeres irlandesas cada año. Pero la policía remitió el asunto al juez, y éste, con la Constitución en la mano, se vio obligado a prohibir el viaje de X. La ley no sólo prohíbe el aborto, sino que obliga a defender "por todos los medios" la vida del feto.

El caso de X originó un extraordinario debate social y un tremendo embrollo jurídico, que desembocó, provisionalmente, en una peculiar resolución del Tribunal Supremo: la joven podría viajar porque estaba en peligro su propia vida, ya que había amenazado con suicidarse. El referéndum de mañana establecerá si las irlandesas tienen o no derecho a viajar al extranjero para abortar.

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