Control desigual en Europa

El acceso a las líneas 903 o su equivalente en aquellos países de Europa que la utilizan se hace de forma desigual. "Holanda, como España, son dos malos ejemplos en el sentido de que no existe ningún control sobre los contenidos", ha explicado Jacques Chelouche, director internacional de la empresa francesa de audiotex SJT, que opera ya en cuatro países europeos.Alemania, por el contrario, es el país donde mayor limitación existe, aunque la normativa se encuentra todavía en un proceso de aplicación experimental ya que ha inaugurado el servicio este año, a la vez que España.

En el país g...

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El acceso a las líneas 903 o su equivalente en aquellos países de Europa que la utilizan se hace de forma desigual. "Holanda, como España, son dos malos ejemplos en el sentido de que no existe ningún control sobre los contenidos", ha explicado Jacques Chelouche, director internacional de la empresa francesa de audiotex SJT, que opera ya en cuatro países europeos.Alemania, por el contrario, es el país donde mayor limitación existe, aunque la normativa se encuentra todavía en un proceso de aplicación experimental ya que ha inaugurado el servicio este año, a la vez que España.

En el país germano la empresa estatal que ostenta el monopolio de telecomunicaciones adjudica una línea de audiotex bajo condiciones estrictas y a empresas que previamente se inscriben en una lista y en una asociación especial. Además dichas empresas deben guardar un código de conducta encaminado a preservar el acceso de los menores a la línea. También está restringida la publicidad sobre estas líneas.

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En el Reino Unido, donde funciona el equivalente del 903 desde 1983, el acceso a los servicios está permitido en condiciones especiales y la línea erótica tiene un plan de numeración menos asequible que la línea de los otros servicios.

En Francia, país que se incorporó al 903 en 1982, es la Administración la que decide qué contenidos son o no pornográficos. La mayor limitación que se establece es por vía económica ya que los servicios eróticos pagan una tasa al estado del 50% de sus ingresos.

Según explica Chelouche los servicios más importantes de audiotex, no referidos precisamente a las líneas eróticas, en Europa, se encuentran en manos de los grandes grupos de comunicación -Springer, G+J, Hersant y otros- quienes establecen controles a sus contenidos.

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