Disturbios en Reims tras la absolución de una francesa que mató a un magrebí

Durante tres noches consecutivas un grito de despecho y cólera ha rasgado el provinciano silencio de la ciudad francesa de Reims: "¡Nos tratáis peor que a vuestros perros!" Dirigido a los franceses de toda la vida, ese grito expresa el dolor de los inmigrantes magrebíes por la absolución de Marie-José Garnier, la panadera que el 12 de febrero de 1989 mató de un disparo al joven de origen magrebí Alí Rafa. En la tarde del pasado viernes, un tribunal exculpó a la panadera argumentando que había disparado dominada por el miedo.Los incidentes comenzaron en los segundos que siguieron a la lectu...

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Durante tres noches consecutivas un grito de despecho y cólera ha rasgado el provinciano silencio de la ciudad francesa de Reims: "¡Nos tratáis peor que a vuestros perros!" Dirigido a los franceses de toda la vida, ese grito expresa el dolor de los inmigrantes magrebíes por la absolución de Marie-José Garnier, la panadera que el 12 de febrero de 1989 mató de un disparo al joven de origen magrebí Alí Rafa. En la tarde del pasado viernes, un tribunal exculpó a la panadera argumentando que había disparado dominada por el miedo.Los incidentes comenzaron en los segundos que siguieron a la lectura de la sentencia. Los familiares y amigos de Alí Rafa rompieron a llorar en el Palacio de Justicia de Reims y fueron brutalmente desalojados por los antidisturbios. Las cámaras de la televisión filmaron el momento en que unos policías le partían la cara a un hermano de la víctima.

En las noches del sábado y del domingo, varias decenas de jóvenes magrebíes salieron a las calles de Reims, incendiaron neumáticos y atacaron autobuses. "Puesto que no se nos respeta como seres humanos, quizá se nos respete como delincuentes", dijo uno de ellos. Los antidisturbios fueron recibidos con pedradas y cócteles mólotov, pero su superioridad numérica y material les otorgó una rápida victoria en los enfrentamientos. Ocho manifestantes fueron detenidos.

La absolución de Garnier ha sido interpretada como la prueba de que la justicia francesa opera según la ley del doble rasero. "Hay una justicia comprensiva para los claros de piel y otra severísima para los oscuros", repiten desde el viernes los magrebíes. La panadera fue absuelta porque el tribunal consideró que había actuado bajo el dominio del miedo al creer que Alí Rafa le iba a robar unos bollos.

"Estamos estupefactos e indignados", declaró ayer el portavoz de SOS Racismo. La absolución es "una injusticia y una provocación". Diversos medios de comunicación apoyaron esa tesis. "El veredicto de Reims", afirmó Libération, "es moralmente iegítimo y contradice los valores de igualdad encarnados por la república".

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