Un conflicto teológico amenaza con romper el Gobierno de Israel

La séptima ronda de conversaciones israelo-árabes que prosigue en Washington se ve hoy amenazada por una crisis gubernamental en Jerusalén. El partido ortodoxo Shas, con seis diputados, amenaza con votar con la oposición en varias mociones de censura que la Kneset, el Parlamento israelí, examinará el próximo 2 de noviembre.El Shas exige la renuncia de la ministra de Educación, Shulamit Aloni, quien tuvo la osadía de poner en tela de juicio un dogma de fe: que el mundo fue creado en seis días ("y el séptimo, Dios descansó", rezan los textos sagrados).

El rabino Ovadia Yossef, líde...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La séptima ronda de conversaciones israelo-árabes que prosigue en Washington se ve hoy amenazada por una crisis gubernamental en Jerusalén. El partido ortodoxo Shas, con seis diputados, amenaza con votar con la oposición en varias mociones de censura que la Kneset, el Parlamento israelí, examinará el próximo 2 de noviembre.El Shas exige la renuncia de la ministra de Educación, Shulamit Aloni, quien tuvo la osadía de poner en tela de juicio un dogma de fe: que el mundo fue creado en seis días ("y el séptimo, Dios descansó", rezan los textos sagrados).

El rabino Ovadia Yossef, líder espiritual del Shas, no da su brazo a torcer y exige la cabeza de Aloni, a pesar de las intervenciones del propio primer ministro, Isaac Rabin.

Rabin, por su parte, no quiere perder el apoyo de los seis diputados del Shas y presiona a Aloni para que acepte otra cartera ministerial. Pero en vano hasta ahora. "Es una cuestión de principio", afirma la ministra, que se beneficia del apoyo sin reserva de los otros dos ministros y de los diputados de su partido, el Meretz, de corte laico.

El primer ministro puede obligar a su ministra de Educación a renunciar, pero eso significaría el final del Gobierno, que perdería los 12 votos del Meretz. Lo cierto es que Rabin dispone, sin los seis votos del Shas, de la mayoría de 61 diputados, y que su Gobierno no puede ser derribado. Pero el líder laborista se niega a gobernar con una mayoría de un solo voto.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En