CRISIS EN LOS MERCADOS DE CAMBIO

El Reino Unido reduce sus tipos de interés un punto hasta el 9% y la libra vuelve a depreciarse

El Gobierno británico demostró ayer que su política económica ya no tiene en cuenta a la CE. Los tipos de interés fueron reducidos en un punto, como esperaban los mercados, y se consolidó la paradoja de la libra: la moneda más débil de la Comunidad ofrece ahora unos tipos del 9%; mientras la más fuerte, el marco, ofrece el 9,5%. Esta situación contribuye a nuevas depreciaciones de la libra, cuya existencia fuera del Sistema Monetario Europeo (SME) tiene más de caída libre que de flotación; e impide técnicamente cualquier posibilidad de que retorne al mecanismo de cambios a medio plazo.

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El Gobierno británico demostró ayer que su política económica ya no tiene en cuenta a la CE. Los tipos de interés fueron reducidos en un punto, como esperaban los mercados, y se consolidó la paradoja de la libra: la moneda más débil de la Comunidad ofrece ahora unos tipos del 9%; mientras la más fuerte, el marco, ofrece el 9,5%. Esta situación contribuye a nuevas depreciaciones de la libra, cuya existencia fuera del Sistema Monetario Europeo (SME) tiene más de caída libre que de flotación; e impide técnicamente cualquier posibilidad de que retorne al mecanismo de cambios a medio plazo.

El descenso de los tipos de interés tuvo una repercusión leve sobre la libra, porque los mercados descontaban ya la reducción del punto, y contribuyó a una nueva subida de la bolsa dé valores. La libra esterlina se depreció un par de pfennings (céntimo del marco) respecto a la moneda alemana, y cerró en torno a los 2,52 marcos. La bolsa subió 25 puntos.El canciller del Exchequer (ministro de Economía), Norman Lamont, negó que el abaratamiento del dinero y la caída de la libra fueran a propiciar un repunte de la inflación, actualmente del 3,6% anual. El ministro, que ha estado en la picota desde la salida de la libra del SME, manifestó: "Nuestros precios han conseguido una estabilidad de la que carecían desde hace años, y eso nos permite relajar la política monetaria. No es ninguna imprudencia; al contrario, esta decisión concuerda con nuestro propósito de estimular la economía británica".

'Nacionalismo económico'

La reducción de tipos, que no estaban tan bajos desde hace cinco años, fue aplaudida por casi todos los sectores económicos y políticos. La Confederación de Empresas Inmobiliarias pidió, incluso, que los tipos de interés bajaran un punto más "lo antes posible", para "aprovechar que nos hemos liberado de la camisa de fuerza del SME".

Reacciones similares se produjeron tanto en el Partido Conservador como en la oposición laborista: ''Esto demuestra las ventajas que disfrutamos fuera de las paralizantes restricciones que impone la disciplina del Sistema Monetario Europeo", dijo el conservador euroescéptico Teddy Taylor.

La crisis de la libra, vivida como una humillación por los británicos, ha propiciado un ambiente de exacerbado nacionalismo económico. Sólo algunos analistas financieros de la City sugirieron que una reducción del 0,5% habría sido menos arriesgada y expresaron temores ante un repunte inflacionario.

El anuncio sobre el abaratamiento del dinero coincidió con la publicación de' los datos sobre el déficit comercial británico en agosto, que alcanzó los 1.085 millones de libras (unos 190.000 millones de pesetas al cambio actual con la moneda española). El déficit es peor de lo que esperaba la City y se verá, probablemente, agravado en los próximos meses, a causa de la devaluación de la libra, por el encarecimiento de las importaciones.

El aumento de la exportación, que debería ser propiciado por la devaluación, tardará en apreciarse al menos hasta fin de año, según han señalado diversos analistas.

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