Cartas al director

Somalia y nosotros

Y ahora haremos una campaña para llevar unas migajas a Somalia. Y no está mal. Al menos, cuando estemos yéndonos a Benidorm en nuestro Renault 25 inyección con aire acondicionado nos sentiremos bien, pensando que hemos hecho algo. ¿No mandamos, acaso, medicinas? ¿No hemos dado a las madres de esos pobres niños leche en polvo suiza? ¿No hemos dado alimentos en conserva? Pues bien. Nadie puede decir que no nos sentimos dolidos y afectados por esa lejana miseria. Claro que siempre habrá detractores que nos achaquen algunos pequeños detalles: que nos podríamos haber preocupado por enseñar a...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Y ahora haremos una campaña para llevar unas migajas a Somalia. Y no está mal. Al menos, cuando estemos yéndonos a Benidorm en nuestro Renault 25 inyección con aire acondicionado nos sentiremos bien, pensando que hemos hecho algo. ¿No mandamos, acaso, medicinas? ¿No hemos dado a las madres de esos pobres niños leche en polvo suiza? ¿No hemos dado alimentos en conserva? Pues bien. Nadie puede decir que no nos sentimos dolidos y afectados por esa lejana miseria. Claro que siempre habrá detractores que nos achaquen algunos pequeños detalles: que nos podríamos haber preocupado por enseñar a las madres africanas que es mejor el pecho que la leche en polvo. Que si han de utilizar leche en polvo, al prepararla no deberían sacar el agua de los abrevaderos de los animales. Que la educación de la supervivencia en ese medio es mucho más importante, a la larga, que la caridad envasada. Y que, además, este año hemos puesto a Somalia en primera plana porque, como es de extendido uso en la temporada veraniega, no sabemos qué poner; pero que, en realidad, la mayoría de la población africana debería aparecer en primera plana todos los días de todos los años.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En