Genes

He leído con satisfacción las ponderadas declaraciones de don Raimon Obiols sobre el nacionalismo catalán y sobre la tolerancia que debería haber con el nacionalismo y también por parte del nacionalismo. Nada que objetar en cuestión de principios. Quizá echo en falta algún comentario sobre la tolerancia del nacionalismo catalán hacia los catalanes alóctonos, es decir, por ejemplo, los andaluces de Cataluña: la falta de coacción en la que viven, la libertad que tienen de elegir el idioma de las escuelas de sus hijos, la no discriminación para prosperar, por no hablar catalán, y algunas c...

He leído con satisfacción las ponderadas declaraciones de don Raimon Obiols sobre el nacionalismo catalán y sobre la tolerancia que debería haber con el nacionalismo y también por parte del nacionalismo. Nada que objetar en cuestión de principios. Quizá echo en falta algún comentario sobre la tolerancia del nacionalismo catalán hacia los catalanes alóctonos, es decir, por ejemplo, los andaluces de Cataluña: la falta de coacción en la que viven, la libertad que tienen de elegir el idioma de las escuelas de sus hijos, la no discriminación para prosperar, por no hablar catalán, y algunas cosas más.Pero lo que más me ha llamado la atención es su teoría genética. Eso de que el nacionalismo catalán se lleva en los genes es un gran descubrimiento que debería darse a conocer ampliamente.

Me parece que ese concepto se debería aplicar también a los andaluces de Cataluña. Todos se olvidan de ellos cuando se habla del nacionalismo catalán, pues se debe estar seguro que todos son nacionalistas catalanes. Sin embargo, no es posible que todos ellos lleven en sus genes el nacionalismo de su nueva tierra.

Dado que ese nacionalismo no puede derivar de lo que se podría llamar genes directos habría que aceptar, de acuerdo con la teoría de Obiols, que su existencia se debe a la influencia de genes colaterales. Es decir, que los andaluces de Cataluña serían nacionalistas catalanes por co-genes.

Pero acepto que esto no sea un descubrimiento mío. Eso lo sabíamos todos.-