Una agencia de empleo servía de 'tapadera' para la evasión de divisas

Una agencia de colocación para empleadas domésticas era la tapadera utilizada por los cuatro componentes de una red de evasión de divisas y de estafa a la Compañía Telefónica, desmantelada este fin de semana por el Cuerpo Nacional de Policía. Entre los cuatro detenidos, todos de nacionalidad peruana, se hallan una mujer y sus dos hijos, de 18 y .11 años. Uno de los jóvenes, Luis Fernando Vallarín, está acusado además de tráfico de cocaína.

Los detenidos son María Cristina Losada Montero, de 47 años; sus dos hijos, Luis Fernando y María Cristina, de 18 y 21 años, y Rosa Adela Granda Dian...

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Una agencia de colocación para empleadas domésticas era la tapadera utilizada por los cuatro componentes de una red de evasión de divisas y de estafa a la Compañía Telefónica, desmantelada este fin de semana por el Cuerpo Nacional de Policía. Entre los cuatro detenidos, todos de nacionalidad peruana, se hallan una mujer y sus dos hijos, de 18 y .11 años. Uno de los jóvenes, Luis Fernando Vallarín, está acusado además de tráfico de cocaína.

Los detenidos son María Cristina Losada Montero, de 47 años; sus dos hijos, Luis Fernando y María Cristina, de 18 y 21 años, y Rosa Adela Granda Dianderas, de 37, secretaria de la agencia de empleo Ecu, que servía de tapadera a la red de evasión de divisas.Los agentes se incautaron además de 93 gramos de cocaína, una pequeña cantidad de marihuana y una balanza de precisión en poder de Luis Fernando. La policía encontró documentos relativos a la evasión de divisas y tres teléfonos portátiles, con los que supuestamente estafaban a Telefónica, en el coche de su hermana María Cristina.

Los aparatos telefónicos, contratados con documentación falsa, eran utilizados para llamadas intercontinentales por las que se cobraba a las conferenciantes un precio inferior al normal. Cuando Telefónica remitía el primer recibo abandonaban los teléfonos.

María Cristina Losada, con antecedentes por hurto y reclamada por un juzgado, fue detenida el pasado jueves en el aeropuerto de Barajas, cuando había pasado los controles policiales para tomar un avión a Lima, la capital de Perú. En su equipaje se encontraron 239.105 dólares (unos 24 millones de pesetas).

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En el posterior registro de la agencia de colocación, en la calle de Francisco de Rojas, se halló otro millón y medio de pesetas (en dólares), 156.000 pesetas y otro medio millón en moneda peruana.

La policía deduce de la documentación intervenida que los arrestados captaban por medio de la agencia de colocación a peruanos interesados en enviar dinero a su patria. Si éstos se presentaban con pesetas, los responsables de la agencia les obligaban a cambiar la moneda española por dólares, diciendo que sólo operaban con esta divisa. Los supuestos delincuentes hacían el cambio de 105 pesetas por un dólar, cuando en la Bolsa de Madrid el valor de esta moneda no sobrepasa las 95 pesetas en los últimos días. Además se cobraba una comisión del 10% de la cantidad que se deseaba enviar a Perú. En el país andino, donde contaban con dos establecimientos, denominados Ate y San Isidro, los cómplices de esta organización recibían un fax con los nombres del remitente y destinatario, así como la cantidad que se había depositado. Cada cierto tiempo, alguno de los detenidos viajaba a Perú para sacar de España el dinero recogido.

Desde que los detenidos montaran este negocio, a finales del año pasado, se calcula que han evadido 160 millones de pesetas. Tanto Cristina Losada como sus hijos estaban legalmente en España, puesto que se acogieron a la campana de regularización de inmigrantes. Rosa Granda, que actuaba como secretaria de la agencia, había denunciado el robo de su pasaporte, aunque se comprobó que tenía el documento en su poder en el momento de la detención.

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