Las mismas condiciones que hace dos años

Las condiciones para la suspensión temporal de los atentados fijadas por ETA en su último escrito son las mismas que la propia organización terrorista lleva planteando infructuosamente desde hace casi dos años. ETA exige como paso previo a la declaración de una "tregua" de dos meses que un representante del Gobierno se entreviste con Eugenio Etxebeste, Antxon, y con el resto de los activistas actualmente confinados en Santo Domingo.Además de escenificar el reconocimiento gubernamental a la interlocución de ETA desde el inicio mismo del diálogo, ese pretendido encuentro debía permitir es...

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Las condiciones para la suspensión temporal de los atentados fijadas por ETA en su último escrito son las mismas que la propia organización terrorista lleva planteando infructuosamente desde hace casi dos años. ETA exige como paso previo a la declaración de una "tregua" de dos meses que un representante del Gobierno se entreviste con Eugenio Etxebeste, Antxon, y con el resto de los activistas actualmente confinados en Santo Domingo.Además de escenificar el reconocimiento gubernamental a la interlocución de ETA desde el inicio mismo del diálogo, ese pretendido encuentro debía permitir establecer el escenario de los futuros contactos, "en un país neutral", según la organización terrorista.

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A principios de este año, durante los contactos indirectos mantenidos por Rafael Vera con Eugenio Etxebeste a través de las autoridades dominicanas, ETA llegó a pedir algo similar al "estatus diplomático" para sus representantes a fin de garantizarles libertad de movimientos.

En aquellas fechas, Antxon planteó por teléfono a Rafael Vera que su organización planteaba que las conversaciones volvieran a desarrollarse en Argel.

El propio Eugenio Etxebeste ratificaba, en las cartas remitidas a la dirección de ETA, que el Gobierno le advirtió expresamente de la posibilidad de ser extraditado a España y encarcelado si su organización no mostraba un talante razonable y optaba por suspender los atentados.

El último comunicado de ETA no supone, pues, en sí mismo, modificación alguna en la actitud formal mantenida por la organización terrorista, pero lo que ha cambiado y lo que puede explicar las lecturas positivas del texto es la situación de la propia ETA, mermada y confusa tras los últimos golpes policiales y el momento político, con HB y el PNV comprometidos en la salida a la violencia.

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