El fiscal italiano antiterrorista cree que no se acabará con ETA por vía policial

El fiscal italiano Franco lonta, dedicado desde hace 10 años a la investigación de grupos terroristas y colaborador del asesinado Giovanni Falcone en la lucha contra la mafia, considera que el problema de ETA es muy diferente al de los grupos violentos italianos y que no se podrá solucionar sin medidas políticas. Ionta trabaja en la fiscalía de Roma y ha participado en El Escorial en un curso de la Complutense sobre violencia y terrorismo en Europa.El de ETA es para el fiscal romano "un terrorismo con cierto consenso social" y, por lo tanto, en el fondo, "un problema más político que judic...

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El fiscal italiano Franco lonta, dedicado desde hace 10 años a la investigación de grupos terroristas y colaborador del asesinado Giovanni Falcone en la lucha contra la mafia, considera que el problema de ETA es muy diferente al de los grupos violentos italianos y que no se podrá solucionar sin medidas políticas. Ionta trabaja en la fiscalía de Roma y ha participado en El Escorial en un curso de la Complutense sobre violencia y terrorismo en Europa.El de ETA es para el fiscal romano "un terrorismo con cierto consenso social" y, por lo tanto, en el fondo, "un problema más político que judicial o policial". Naturalmente, añade, las autoridades del Estado "tienen la responsabilidad de perseguir y reprimir los crímenes de ETA y a sus autores", pero "el Gobierno y el Parlamento tienen que comprometerse en la búsqueda de una solución". De lo contrario, la violencia "será recurrente".

Ionta cree que son las circunstancias y el contexto de cada país y cada grupo los que deben aconsejar una u otra táctica en materia de diálogo. "En el secuestro de Aldo Moro", recuerda, "se mantuvo una posición firme de rechazo al diálogo. Se consideraba que cualquier contacto significaba un reconocimiento de las Brigadas Rojas. No había apoyo social detrás y, por lo tanto, aquella era la posición correcta. En el caso español existe el apoyo social y el problema de fondo es más político que judicial".

La Europa unida abre nuevos riesgos, considera el fiscal, pero también la oportunidad de emplear nuevos recursos. La cooperación entre Estados "resultará fundamental, y no sólo contra el terrorismo, también contra la mafia en su sentido amplio de crimen organizado".

El elemento central de la colaboración debe ser, a juicio de lonta, un intercambio muy rápido de información. "Los estados deben comprender, por ejemplo, que el narcotráfico no es un peligro nacional", agrega. La policía y los jueces sólo pueden ser eficaces si se investigan a fondo, en colaboración entre todos los países afectados, los flujos financieros y las inversiones de las grandes redes de narcotráfico.

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