Las fuerzas serbias hacen caso omiso del ultimátum de la ONU y bombardean Sarajevo
Los combates de artillería irrumpieron en Sarajevo ayer de madrugada pocas horas después del anuncio del ultimátum lanzado por el secretario general de las Naciones Unidas, Butros Gali, a las fuerzas serbias de cesar la agresión contra el aeropuerto Butmir en 48 horas. Sarajevo amaneció ayer con el ruido de las detonaciones y de los disparos de la lucha callejera, sobre todo en el barrio Dobrinja, cerca del aeropuerto.
El portavoz de las fuerzas de la ONU (Unprofor), Fred Eckhard, señaló que los combates imposilitaron el cumplimiento del acuerdo entre las fuerzas serbias y los repre...
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Los combates de artillería irrumpieron en Sarajevo ayer de madrugada pocas horas después del anuncio del ultimátum lanzado por el secretario general de las Naciones Unidas, Butros Gali, a las fuerzas serbias de cesar la agresión contra el aeropuerto Butmir en 48 horas. Sarajevo amaneció ayer con el ruido de las detonaciones y de los disparos de la lucha callejera, sobre todo en el barrio Dobrinja, cerca del aeropuerto.
El portavoz de las fuerzas de la ONU (Unprofor), Fred Eckhard, señaló que los combates imposilitaron el cumplimiento del acuerdo entre las fuerzas serbias y los representantes de la ONU acerca de la retirada de la artillería de las cercanías del aeropuerto, cuya apertura se exige para el comienzo del transporte de la ayuda humanitaria a la capital bosnia. Sin embargo, en la tarde de ayer, los primeros tanques comenzaron a abandonar el aeropuerto.Mientras la comunidad internacional centra su atención en Sarajevo y la apertura del aeropuerto, la guerra, las matanzas, las deportaciones de la población civil y la destrucción sistemática de pueblos enteros continúan en varias partes de Bosnia. Por un lado, avanzan las tropas croatas reconquistando el territorio que consideran propio. Por otro, las tropas serbias lanzaron una ofensiva para asegurar las comunicaciones entre la Krajina bosnia y Serbia. Las alarmas antiaéreas sonaron varias veces en Bihac (Bosnia occidental) anunciando un posible ataque aéreo croata. Las fuerzas serbias rodearon Modrica con el fin de abrir el corredor hacia Serbia.
En Bosnia oriental, el derramamiento de sangre no cesa. Sólo cuando llegue la paz se conocerán los detalles espeluznantes acerca de las matanzas masivas de la población musulmana.
Las autoridades de Sarajevo han revelado las últimas cifras de las víctimas de la guerra: 7.440 muertos, 26.000 heridos, 35.000 desaparecidos y 1.400.000 refugiados. Sarajevo no tiene el control estadístico del territorio de toda la república, de manera que las verdaderas cifras de las víctímas superan varias veces los cálculos de la capital bosnia.
Los acontecimientos en Sarajevo han relegado a segundo plano el problema de la violación del alto el fuego por parte de las fuerzas croatas en Krajina, zona de control de las Naciones Unidas, donde la llegada de los cascos azules no ha significado la paz instantánea.
Mientras llueven las condenas internacionales sobre la agresión serbia a Bosnia y la sombra de una intervención militar se cierne sobre el tumultuoso cielo balcánico, Serbia ha concentrado todas sus energías en el apoyo y la condena de la manifestación antigubernamental convocada para hoy, la cual muchos temen que pueda desembocar en violencia.
El Movimiento Democrático Serbio (DEPOS), una organización de intelectuales y varios partidos de oposición, apoyados por la Iglesia ortodoxa, estudiantes, diferentes organizaciones gremiales y empresariales y el príncipe heredero, Alexandr Karadjordjevic, quien regresó ayer a Serbia, anunció una gran manifestación de protesta contra del presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, y su Gobierno.
Demandas
Los organizadores formularon sus demandas en cinco puntos: dimisión del presidente Slobodan Milosevic, organización de la mesa redonda entre el Gobierno y la oposición, creación de un Gobierno de transición, convocatoria de elecciones parlamentarias extraordinarias y la existencia de una televisión libre e independiente.
Los estudiantes de Belgrado llevan 12 días protestando en diferentes facultades contra el presidente Slobodan Milosevíc. La arrogancia del presidente de Serbia durante su encuentro con una delegación estudiantil indignó a los estudiantes, tanto en Belgrado como en otras ciudades de Serbia, y reforzó su voluntad de resistir hasta el final.