PUBLICIDAD EN LAS CUNETAS

El toro, indultado

Entre los anuncios ilegales de las carreteras, el único que se ha salvado de la quema publicitaria ha sido el toro... de Osborne. Esos 40 toros aproximadamente que hay estratégicamente situados por todo el territorio nacional son una seña de identidad que ha superado a la marca del coñá que los patrocina. Los publicitarios entienden que el toro ha sido "indultado de hecho" a cambio de suprimir la leyenda de la marca sobre su costado. La silueta de ese toro ha encontrado un hueco incluso en una exposición en el Museo de Arte Contemporáneo de Nueva York.

La patronal, que no critica es...

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Entre los anuncios ilegales de las carreteras, el único que se ha salvado de la quema publicitaria ha sido el toro... de Osborne. Esos 40 toros aproximadamente que hay estratégicamente situados por todo el territorio nacional son una seña de identidad que ha superado a la marca del coñá que los patrocina. Los publicitarios entienden que el toro ha sido "indultado de hecho" a cambio de suprimir la leyenda de la marca sobre su costado. La silueta de ese toro ha encontrado un hueco incluso en una exposición en el Museo de Arte Contemporáneo de Nueva York.

La patronal, que no critica esta excepción, cuestiona, entre otros términos de la ley, la restricción a que se monte publicidad en lugares "visibles". "Eso es muy subjetivo", apunta su secretario. La AEPE, además, no reconoce la existencia de ningún expediente sancionador sobre sus asociados y en todo caso presume que, de estar firmados, deben de ser muy antiguos.

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La Dirección Regional de Carreteras no se llama a engaño: "Aplican todo tipo de triquiñuelas", dice el responsable de la red viaria de la Comunidad, Agustín Herrero. Si lo que se denuncia es un anuncio concreto, la empresa cambia el mensaje y la Administración tiene que empezar el proceso de cero. Si se envía un requerimiento, no se recoge para que no haya constancia.

"0 las empresas colaboran o esto es el cuento de nunca acabar, porque no hay gente ni dinero para hacer un seguimiento constante" se lamenta Herrero. Además avisa: "Si no lo hacen habrá que aplicar en dos o tres casos una sanción ejemplar". Las empresas no están muy propensas a colaborar: "La ley coarta la libertad de expresión y no tiene sentido en cuanto a que las vallas distraen la seguridad vial", arguye Rayón.

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