El Ayutamiento impide a 16 familias llevar sus chabolas al otro lado de la calle
Diceiséis familias gitanas del Cerro Mica (Latina) vieron ayer frustradas sus intenciones de trasladar las chabolas donde viven de un margen a otro de la calle Alhambra. Una pala excavadora derribó, por orden municipal, dos de las cinco casetas de madera que habían construido justo en el extremo opuesto de la zona donde habitan desde hace 12 años. Necesitan cambiar de domicilio para poner tierra por medio y evitar así que estallen sus diferencias con miembros de otro linaje que habitan chabolas cercanas a las suyas.Los responsables de esta familia explicaron el problema en el Con...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Diceiséis familias gitanas del Cerro Mica (Latina) vieron ayer frustradas sus intenciones de trasladar las chabolas donde viven de un margen a otro de la calle Alhambra. Una pala excavadora derribó, por orden municipal, dos de las cinco casetas de madera que habían construido justo en el extremo opuesto de la zona donde habitan desde hace 12 años. Necesitan cambiar de domicilio para poner tierra por medio y evitar así que estallen sus diferencias con miembros de otro linaje que habitan chabolas cercanas a las suyas.Los responsables de esta familia explicaron el problema en el Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginada, y hace una semana iniciaron la mudanza. Pero el concejal presidente del distrito de Latina, Sigfrido Herráez, desaconsejó el traslado para evitar la oposición vecinal, ya que las nuevas chabolas están unos 200 metros más cercanas a los bloques de viviendas que el anterior asentamiento.