Cartas al director

Palomas heridas

Ayer, como en otras ocasiones, una de mis hijas llegó a casa con una paloma malherida que había encontrado en la calle. Vivimos relativamente cerca del Tiro de Pichón del Monte de El Pardo y desde nuestra casa se oyen los disparos habitualmente.Con cierta frecuencia nos hemos hecho cargo de estas palomas que logran sobrevivir, heridas y maltrechas, que siempre acaban muriendo.

La que encontramos ayer está paralizada de las patas y se desespera por poder volar, sin conseguirlo, cosa que nunca volverá a hacer.

Cada vez que recogemos uno de estos inocentes animales nos llena de indi...

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Ayer, como en otras ocasiones, una de mis hijas llegó a casa con una paloma malherida que había encontrado en la calle. Vivimos relativamente cerca del Tiro de Pichón del Monte de El Pardo y desde nuestra casa se oyen los disparos habitualmente.Con cierta frecuencia nos hemos hecho cargo de estas palomas que logran sobrevivir, heridas y maltrechas, que siempre acaban muriendo.

La que encontramos ayer está paralizada de las patas y se desespera por poder volar, sin conseguirlo, cosa que nunca volverá a hacer.

Cada vez que recogemos uno de estos inocentes animales nos llena de indignación ver el sufrimiento que se les causa inútilmente, sólo por el placer de unos cuantos que -dedican su ocio a disparar sobre unas pobres aves a las cuales salvajemente arrancan la cola para que sea más difícil su vuelo y no errar el tiro.

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Parece mentira que en esta época en que, aparentemente, nos creemos más civilizados sigan llevándose a cabo estas prácticas crueles. ¿Por qué no utilizan platos en lugar de palomas para hacer sus ejercicios de tiro? Quiero llamar la atención a todas las asociaciones ecologistas de defensa de la naturaleza y los animales para que traten de erradicar estos deportes-

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