Crítica:

Cuatro muertos por un suspenso

Cuatro muertos y 10 heridos fue la sangrienta revancha que se tomó un ex alumno de una escuela californiana el pasado viernes. Eric Houston, de 20 años, irrumpió en la escuela de Olivehurst (EE UU) fuertemente armado y vestido con un uniforme de camuflaje. Quería vengarse, por no haber recibido la graduación al terminar los estudios. Primero mantuvo a 80 rehenes durante ocho horas. Después empezó a disparar indiscriminadamente y acabó con la vida de un profesor y tres estudiantes, además de herir a otras 10 personas. Y finalmente, dejando tras de sí un terrible río de sangre y terror, se e...

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Cuatro muertos y 10 heridos fue la sangrienta revancha que se tomó un ex alumno de una escuela californiana el pasado viernes. Eric Houston, de 20 años, irrumpió en la escuela de Olivehurst (EE UU) fuertemente armado y vestido con un uniforme de camuflaje. Quería vengarse, por no haber recibido la graduación al terminar los estudios. Primero mantuvo a 80 rehenes durante ocho horas. Después empezó a disparar indiscriminadamente y acabó con la vida de un profesor y tres estudiantes, además de herir a otras 10 personas. Y finalmente, dejando tras de sí un terrible río de sangre y terror, se entregó a las fuerzas policiales que le tenían cercado sin oponer resistencia.

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