La sociedad aragonesa rompe una década de silencio para reclamar una autonomía de primera

Es una fiebre. Un delirio que anima dentro y sorprende fuera. La sociedad aragonesa ha roto más de una década de silencio para salir a la calle a por la "autonomía plena", antídoto contra las enfermedades del agravio y el olvido. Las voces discordantes no abundan en este clamor unánime respaldado desde todos los sectores sociales, Iglesia y finanzas incluidos. En el PSOE ha provocado una fuerte crisis, ya que se opuso a una demanda popular que rebasó las perspectivas de los partidos. "Nos somos tanto como vos... y si non, non", decían los aragoneses en el viejo juramento de sus reyes. Y quiere...

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Es una fiebre. Un delirio que anima dentro y sorprende fuera. La sociedad aragonesa ha roto más de una década de silencio para salir a la calle a por la "autonomía plena", antídoto contra las enfermedades del agravio y el olvido. Las voces discordantes no abundan en este clamor unánime respaldado desde todos los sectores sociales, Iglesia y finanzas incluidos. En el PSOE ha provocado una fuerte crisis, ya que se opuso a una demanda popular que rebasó las perspectivas de los partidos. "Nos somos tanto como vos... y si non, non", decían los aragoneses en el viejo juramento de sus reyes. Y quieren volver a serio.

La sorpresa llegó el 23 de abril, fiesta de San Jorge, cuando 120.000 aragoneses -uno de cada diez- pidieron, en manifestación por Zaragoza "autonomía plena ya", para la comunidad. Desde el PP hasta los nacionalistas de la Chunta Aragonesista respaldaban la protesta, El PSOE se opuso oficialmen e a ella, pero destacados militantes -el alcalde de la ciudad, entre otros- acudieron. El éxito de la convocatoria desbordó a sus impulsores. Los socialistas han acabado por aceptar su participación en la comisión encargada de estudiar la reforma del Estatuto en las Cortes regionales.El pacto autonómico entre el PP y el PSOE ha sido la espoleta de este ahora o nunca popular que pide la reforma del estatuto de 1982. Los aragoneses han visto en el acuerdo su consagración como autonomía "de segunda", con escasas competencias, y han aflorado agravios y malestares. "Para comunidad histórica, nosotros" afirman quienes no se manifestaban bajo esta bandera desde 1978.

"Ha sido una reacción muy propia de esta tierra insólita y desbaratada, capaz de resistir heroicamente y luego, por falta de tejido social, caer en la depresión", analiza el cantante José Antonio Labordeta.

"Más fuero que huevo"

"No es que con la autonomía plena nos vayan a atar los perros con longaniza. Ésta es una cuestión más de fuero que de huevo. No pedimos la tortilla, sino el derecho a cocinarla a nuestro gusto", explica el catedrático Guillermo Fatás, una de las voces regionales más prestigiosas.Pero también hay un cierto huevo. "La falta de autonomía está frenando el desarrollo regional. Sería muy atractivo gestionar desde la Diputación General de Aragón 600.000 millones de pesetas, en lugar de los 100.000 de ahora", afirma el presidente de la Confederación Regional de Empresarios de Aragón (CREA), Javier Aisa. Ve con optimismo el futuro económico. La tasa de paro -10%- es inferior a la media nacional y la prosperidad es mayor, a pesar del fuerte desequilibrio interno que hace de Huesca y Teruel territorios semidespoblados mientras Zaragoza da cabida a la mitad de los 1.188.817 aragoneses.

"Los aragoneses tienen razones muy poderosas para estar cabreados, porque la administración del Estado no nos apoya como a otras comunidades. Hay una agravio comparativo importante", asegura el presidente de Ibercaja -un billón de pesetas en depósitos-, José Luis Martínez Candial. Estudia financiar la autovía que unirá Aragón con Francia y Valencia, excluida de los presupuestos del Estado.

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"Esta tierra es mucho más autonómica de lo que parece", asegura Eloy Fernández Clemente, padre del aragonesismo desde la desaparecida revista Andalán. "Quizá algunos no saben exactamente lo que quieren, pero tienen muy claro lo que no quieren: seguir igual", añade.

"A mí no me gusta esto de las autonomías, pero no quiero ser menos que los demás. A Aragón todos vienen a quitar cosas, como el agua, y nadie a poner", dice la empleada Mari Carmen Bellido. Antonio Vélez, 30 años vendiendo Pilaricas y adoquines, no las tiene todas consigo: "Con más autonomía podría haber más chupones ". "Nos entendemos mejor nosotros que si nos mandan desde arriba", añade Francisco Lahuerta, batería del café cantante El Plata. La vedette Mary de Lyss comparte la idea, pero advierte: "Es mejor que cada hortelano labre su huerto, pero "Veo muchas espaldas y muy cabreadas".

Los secretarios generales de CC OO y UGT, Lorenzo Barón y José Antonio Cid, son cautelosos. "Necesitamos más competencias, pero hay que ver los plazos, no vaya a ser que no se sepan gestionar", dice Barón. Cid cree que la derecha está "utilizando" la situación.

'Bálsamo de Fierabrás'

El sentimiento autonomista ha calado en la calle. "La gente tiene la sensación de estar completamente olvidada por Madrid. No entienden el Ave cuando aquí se cierran líneas de tren", apunta el periodista Miguel Mena, responsable de un programa radiofónico abierto al público. En Ojos Negros (Teruel), Ángel Sans cree que la mina no se habría cerrado si se hubieran preocupado por esa tierra.La autonomía plena parece remedio contra todos los males. "Más que bálsamo de Fierabrás es un reconstituyente. No va contra nadie" apunta el Justicia de Aragón -defensor del pueblo-, Emilio Gastón.

"No es una demanda de derechas ni de izquierdas. El pueblo es el protagonista y ha dado un correctivo a los partidos", afirma el vicario general de la diócesis de Zaragoza, Francisco Martínez García. Desde la Universidad de Zaragoza -43.238 alumnos-, el rector en funciones, Arturo Vega, asegura: "La paciencia se ha agotado". Y si non, non.

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