La aglomeración de oficinas

Los autores proponen un nuevo concepto de oficinas al situar éstas fuera del ya congestionado centro de Madrid. Los proyectos de miniparques empresariales buscan una estructura modular abierta al exterior, con grandes zonas verdes, pocas alturas y amplios aparcamientos, huyendo del cerrado edificio inteligente.

Madrid se ha convertido en una gran demandante de oficinas y espacios de trabajo que el núcleo urbano ya no es capaz de satisfacer. Ante la demanda se respondió en décadas anteriores con núcleos de oficinas, aglomeración de pisos y personas, escasez de infraestructura en comunica...

Los autores proponen un nuevo concepto de oficinas al situar éstas fuera del ya congestionado centro de Madrid. Los proyectos de miniparques empresariales buscan una estructura modular abierta al exterior, con grandes zonas verdes, pocas alturas y amplios aparcamientos, huyendo del cerrado edificio inteligente.

Madrid se ha convertido en una gran demandante de oficinas y espacios de trabajo que el núcleo urbano ya no es capaz de satisfacer. Ante la demanda se respondió en décadas anteriores con núcleos de oficinas, aglomeración de pisos y personas, escasez de infraestructura en comunicaciones... que ya ahora necesitan respuestas distintas.Han proliferado las oficinas en los alrededores de Madrid. Pero se impone la necesidad de unas soluciones específicas que respondan, con un concepto diferente de oficina, a las nuevas necesidades. No parece lógico responder con esquemas de ciudad a localizaciones de extrarradio. La posibilidad de integrarse en un entorno agradable, las bajas densidades que se pueden conseguir y la posibilidad de construir grandes zonas verdes no deben desaprovecharse.

Y es así como nacen y se desarrollan los miniparques empresariales, como un parque empresarial sin ningún tipo de industria contaminante y con unos módulos de oficinas que no sobrepasan las tres alturas.

La propuesta se concreta en un conjunto concebido como una estructura orgánica interrelacionada alrededor de un espacio común ajardinado, y se desarrolla a través de varios edificios independientes, aunque susceptibles de conexión y ampliación, diáfanas, valorando su funcionalidad y flexibilidad.

Se trata, por tanto, de responder a toda una serie de premisas conceptuales importantes para obtener con el proyecto toda esta serie de posibilidades que faciliten efectivamente una forma diferente de trabajar:

- Creación de un entorno agradable y relajante: para ello se dispone, con poca densidad, un conjunto de cuatro edificios de baja altura (2-3 plantas) que permiten una interrelación mayor entre ellos y el entorno. Asimismo, se extrema el cuidado en el diseño de las zonas verdes, creando un espacio específico de relación que centre y aglutine la vida del conjunto.

- Como segunda premisa, era importante facilitar el acceso rodado a pie de edificio; por lo cual se proyecta una vía perimetral que rodea y da acceso a todos los edificios. Se aprovecha dicha vía para la ubicación de gran cantidad de aparcamientos.

Vistas al exterior

Abundando en esta misma idea de accesibilidad y supresión de barreras arquitectónicas, el conjunto dispone de rampas, plataformas, ascensores, aseos específicos, etcétera, que posibilitan el uso de los edificios a todo tipo de disminuidos fisicos y/o con discapacitación funcional.

Por otro lado, era importante, y es intención del proyecto desde un principio, evitar esa situación, tan frecuente en los edificios de ciudad, en los que los puestos de trabajo quedan encerrados dentro del edificio sin luz. Para ello, en el diseño se opta por unas dimensiones de crujías en los edificios que posibilitan la vista al exterior desde cualquier puesto de trabajo. La planta diáfana, pero incluso en los estudios que se han realizado de posibles distribuciones interiores, consigue este objetivo de relación entre el puesto de trabajo y el ambiente exterior.

En contra del concepto de oficina de ciudad desarrollada en altura, en la que las zonas comunes por su propia condición (mayor número de ascensores, instalaciones, etcétera) ocupan un alto porcentaje de superficie con respecto a las zonas útiles, en estos edificios de mucho menor altura y tamaño se ha conseguido que los espacios reservados para instalaciones, ascensores, etcétera, sean porcentualmente mucho menores. Basta señalar que en determinados edificios de oficinas de Madrid la superficie útil sobre metros construidos oscila entre el 65% y el 75%. El concepto del Miniparc ha permitido lograr hasta el 93% de utilidad.

El conjunto de edificios de oficinas que se pretenden estará dotado de todas las instalaciones tecnológicas, en la línea de los denominados edificios inteligentes. Se ha pretendido también ofrecer la máxima versatilidad funcional posible, sectorizando las instalaciones en módulos de 100 metros cuadrados, pudiendo llegarse por adición de éstas hasta los 3.900 metros cuadrados en superficie de un edificio, e incluso a los 9.000 metros que supondría la unión de varios.