Dos años de cárcel al sindicalista marroquí Amaui por una entrevista a EL PAÍS
El sindicalista marroquí Nubir Amaui, secretario general de la Confederación Democrática de los Trabajadores (CDT, socialista) ha sido condenado a dos años de prisión y una multa de 1.000 dirhams -12.000 pesetas- por un delito de injurias y difamaciones supuestamente vertidas contra el Gobierno, en una entrevista publicada por EL PAÍS el pasado 11 de marzo. La sentencia puede ser recurrida ante un tribunal superior. La resolución ha sido dictada por un tribunal de primera instancia de Rabat tras cuatro sesiones de juicio, que se iniciaron el pasado 8 de abril. La defensa de Amaui, configurada ...
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El sindicalista marroquí Nubir Amaui, secretario general de la Confederación Democrática de los Trabajadores (CDT, socialista) ha sido condenado a dos años de prisión y una multa de 1.000 dirhams -12.000 pesetas- por un delito de injurias y difamaciones supuestamente vertidas contra el Gobierno, en una entrevista publicada por EL PAÍS el pasado 11 de marzo. La sentencia puede ser recurrida ante un tribunal superior. La resolución ha sido dictada por un tribunal de primera instancia de Rabat tras cuatro sesiones de juicio, que se iniciaron el pasado 8 de abril. La defensa de Amaui, configurada por más de 500 abogados de todo el país, había reclamado la anulación del proceso alegando importantes defectos de forma en la instrucción de las diligencias.El procedimiento judicial contra Amaui se inició a instancias del Gobierno presidido por Azzedine Laraki y en la causa judicial se personaron asimismo todos los miembros de su Gabinete, ejerciendo la acusación a través del abogado Mohamed Zian. Zian es diputado del partido gubernamental Unión Constitucional y miembro del Consejo Consultivo de los Derechos Humanos. La sentencia contra Amaui se produce en un momento especialmente delicado para Marruecos, cuando se prepara para celebrar un referéndum con el que reformar la Constitución y se dispone asimismo a celebrarar elecciones legislativas. Los partidos de la oposición, Unión Socialista de las Fuerzas Populares y el nacionalista Istiq1al han considerado este proceso como un ataque a la democracia y a la clase trabajadora.