HUELGA EN LOS SERVICIOS DE LIMPIEZA Y AUTOBUSES

Vista para sentencia la huelga de la EMT

El caso de los 27 sindicalistas de la EMT despedidos por organizar, presuntamente, el paro ilegal del 15 de enero quedó ayer visto para sentencia. El juez tardará unos 10 días en pronunciarse. El magistrado hizo acopio en la sesión, durante siete horas y cuarto, de los argumentos de las partes, de las declaraciones de los encausados -que se redujeron de 27 a ocho-, de las intervenciones de los testigos -que se rebajaron a 10-, de 560 documentos escritos y de casi una veintena de cintas de intervenciones públicas de los implicados.

La dirección de la empresa intentó demostrar que los dir...

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El caso de los 27 sindicalistas de la EMT despedidos por organizar, presuntamente, el paro ilegal del 15 de enero quedó ayer visto para sentencia. El juez tardará unos 10 días en pronunciarse. El magistrado hizo acopio en la sesión, durante siete horas y cuarto, de los argumentos de las partes, de las declaraciones de los encausados -que se redujeron de 27 a ocho-, de las intervenciones de los testigos -que se rebajaron a 10-, de 560 documentos escritos y de casi una veintena de cintas de intervenciones públicas de los implicados.

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La dirección de la empresa intentó demostrar que los dirigentes de la Plataforma Sindical incitaron a la organización de aquella huelga. La defensa se escuda en que todas las decisiones sindicales se toman en asamblea.La sesión matinal del juicio fue abrumadora. A las 8.30, los trabajadores ya sé habían concentrado frente a los juzgados de lo social, en la calle de Orense. El juicio comenzó a las 9.15, y se prolongó por la mañana seis horas y media y, tras un descanso, durante otros 45 minutos por la tarde, para las conclusiones. El magistrado del Juzgado número 26, José Luis Gilolmo López, consideró que su sala era demasiado pequeña para albergar la cantidad de encausados y de público, por lo que ordenó el cambio a otra más grande, de unos 50 metros cuadrados.

La acusación preparada por la asesoría jurídica de la empresa insistió en demostrar que las decisiones que toman los trabajadores, como la del paro del 15 de enero, se adoptan antes en los órganos de dirección de la Plataforma Sindical, y especialmente en su comité ejecutivo, del que todos sus miembros han sido despedidos como responsables directos de aquel paro. Esta argumentación, que parece evidente, no es tan fácil de demostrar en el caso de la plataforma.

El letrado Javier Berriatúa Orta, defensor de la dirección, sostuvo que, antes del 15 de enero, la dirección del sindicato ya había acordado realizar el paro y que la asamblea general de los trabajadores del día anterior sólo sirvió para dar "el visto bueno" a esa decisión. La acusación argumentó que los 27 despedidos lo han sido por llevar a todos los trabajadores, a sabiendas, a una huelga ilegal.

El abogado de la dirección entiende que la sanción de los 27 despedidos no es desproporcionada ni súbita, ni dictatorial, porque definió a todos los encausados como multirreincidentes en su mala conducta.

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La defensa desmontó, como "no constitucionales" y "mal tramitados", los expedientes de sanción que comunicaron los 27 despidos. El abogado sindical Antonio Velasco enumeró una serie de defectos de forma. La defensa centró su actuación en lo que catalogó como "ánimo discriminatorio de la dirección hacia los 27 despedidos en contra de toda una asamblea". "Todas las decisiones importantes se someten en la Plataforma a quien tiene la última decisión: la asamblea", dijo este abogado.

El juez recibió 150 documentos y dos cintas de vídeo grabadas en la asamblea del 14 de enero. "Dirigirse a los trabajadores en una asamblea no equivale a promover nada", rescató este abogado de un párrafo de una sentencia del Tribunal Supremo.

Al finalizar el juicio, el abogado de la empresa señaló: "Todos hemos ganado, pero yo prefiero esperar a la sentencia".

El letrado de los trabajadores, sencillamente, salió a hombros, mientras los concentrados gritaban "campeones", "torero, torero", "27-O" y "éste es nuestro comité". La emoción entre los simpatizantes y las esposas de los trabajadores se desbocó. Pablo Rodríguez, el líder de la Plataforma, se dirigió a los presentes desde la megafonía de una furgoneta policial.

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