Editorial:

Patrimonio común

EL ESPAÑOL es la segunda lengua de comunicación del mundo, con una clara tendencia a aumentar su importancia. No se trata tanto de resaltar el número de personas que lo hablan -más de 320 millones en la actualidad- como que cada vez son más los que desean hablarlo sin ser su lengua nativa. En Estados Unidos, por ejemplo, es el segundo idioma.A partir del 1 de enero de 1993 se aplicará plenamente el Acta única por la que Europa se transforma en un espacio único. La gran ventaja de nuestro continente es que la progresiva tendencia hacia la unificación no impide la diversidad cultural y social. L...

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EL ESPAÑOL es la segunda lengua de comunicación del mundo, con una clara tendencia a aumentar su importancia. No se trata tanto de resaltar el número de personas que lo hablan -más de 320 millones en la actualidad- como que cada vez son más los que desean hablarlo sin ser su lengua nativa. En Estados Unidos, por ejemplo, es el segundo idioma.A partir del 1 de enero de 1993 se aplicará plenamente el Acta única por la que Europa se transforma en un espacio único. La gran ventaja de nuestro continente es que la progresiva tendencia hacia la unificación no impide la diversidad cultural y social. La lengua, es decir, la cultura de los distintos países que la conforman, jugará cada vez más el papel distintivo que siempre ha desempeñado.

Potenciar la institución es, en definitiva, potenciar el más relevante rasgo diferenciador de España. De ahí, también, la necesidad de que no sólo la clase política, sino también la sociedad, comprendan y asuman que financiar con generosidad dicha institución, y considerarla como materia de política de Estado, es condición indispensable para que pueda cumplir sus objetivos. No cabe olvidar que el Instituto Cervantes tiene como misión principal la defensa y promoción de un patrimonio que pertenece tanto a España como a los países latinoamericanos que encuentran en su lengua común las señas de identidad culturales e históricas por antonomasia.

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