Madrid no tiene pisos decentes en alquiler por menos de 80.000 pesetas al mes

El mercado de pisos o apartamentos en alquiler de Madrid no contiene ninguna oferta mínimamente aceptable por menos de 80.000 pesetas, según un estudio realizado por la Unión de Consumidores de España (UCE) sobre los 7.528 anuncios que han aparecido en periódicos y prensa especializada durante los meses de enero y febrero. El 90% de las viviendas en oferta visitadas por UCE dispone de una superficie media de 54,33 metros cuadrados.

Las ofertas por debajo de la cifra referida no merecen ser tenidas en cuenta por sus ínfimas condiciones de habitabilidad. No se encuentran pisos por menos d...

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El mercado de pisos o apartamentos en alquiler de Madrid no contiene ninguna oferta mínimamente aceptable por menos de 80.000 pesetas, según un estudio realizado por la Unión de Consumidores de España (UCE) sobre los 7.528 anuncios que han aparecido en periódicos y prensa especializada durante los meses de enero y febrero. El 90% de las viviendas en oferta visitadas por UCE dispone de una superficie media de 54,33 metros cuadrados.

Las ofertas por debajo de la cifra referida no merecen ser tenidas en cuenta por sus ínfimas condiciones de habitabilidad. No se encuentran pisos por menos de 40.000 pesetas, y los situados en la franja comprendida hasta las 60.000, se trata de alojamientos con una superficie media que no llega a los 27 metros cuadrados, carecen de instalación de gas canalizado y sólo un 17,6% disponen de calefacción central. Estas viviendas suelen estar situadas en edificios antiguos, donde la proporción de inquilinos supera al número de propietarios.La UCE ha advertido en este segmento de ofertas -aparentemente las más accesibles- la imposibilidad práctica de localizar al arrendador, lo que induce a sospechar que se trata de ofertas reclamo falsas, que sólo pretenden retener la atención de los demandantes para reducir la competencia en otra gama de pisos. De igual manera se ha observado la aparición de intermediarios avispados que ofrecen, a cambio de 19.000 o 25.000 pesetas, facilitar durante un mes números de teléfonos de supuestos arrendatarios de viviendas accesibles al demandante, a quien no se garantiza la devolución de su anticipio en el caso de que no la encuentre. Este hecho ha sido denunciado ante el Servicio de Consumo de la Comunidad de Madrid por la UCE, la cual ve indicios de ilegalidad en este tipo de actuaciones.

Las únicas ofertas dignas, según el estudio, son las que corresponden a viviendas con alquileres entre las 60.000 y la 100.000 pesetas, cuya superficie media apenas excede de los 50 metros cuadrados. Aún así, el 73,6% de estos pisos carece de calefacción central y los gastos de contratación de servicios como agua, luz, gas y teléfono corren a cuenta del inquilino.

Los pisos caros, baratos

Los pisos situados en la franja más alta de precios -128.182 pesetas mensuales por 83 metros cuadrados de superficie media- son paradójicamente los que resultan más baratos Esto es así, según la UCE, porque el metro cuadrado de las viviendas entre 40.000 y 60.000 pesetas resulta a 2.117 pesetas mensuales, mientras que en las de alquileres superiores a 100.000 pesetas el metro sale a 1.544 pesetas por mes.La inadecuación entre los precios que se piden y las condiciones de habitabilidad en que se entregan las viviendas induce. a la UCE a reclamar la necesidad urgente de la reforma de la actual Ley de Arrendamientos Urbanos que establezca de una manera clara los derechos y obligaciones inherentes a los inquilinos y a los propietarios.

Una encuesta realizada por Sofemasa para el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) en abril de 1991 señalaba que más de la mitad de los inquilinos españoles tiene una capacidad de pago inferior a 25.000 pesetas y sólo el 21% puede pagar más de 50.000. La encuesta revelaba que los alquileres de viviendas más altos de España, por comunidades autónomas, eran los de Madrid (44.800 pesetas de media al mes), seguidos por los de País Vasco (38.800) y Cataluña (34.800), mientras los más bajos son los de Extremadura (19.200) y Valencia (19.800). El desglose de la encuesta del MOPT muestra el anquilosamiento del mercado de alquiler en España, fruto de dos leyes contrapuestas; la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964 que mantiene congelados los precios de las viviendas con contratos anteriores a esa fecha y el llamado decreto Boyer que liberalizó las rentas a partir de 1985. Así el 32,5% de los inquilinos pagan menos de 5.000 pesetas al mes; entre 5.000 y 10.000 pesetas pagan el 14%; la mayoría de los inquilinos -un 39.6%- costean rentas entre las 10.000 y las 50.000 pesetas, mientras sólo un 3.5% paga entre 50.000 y 100.000 pesetas y el resto, un 8% más de 101.000 pesetas.

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El parque de pisos en alquiler de Madrid se ha reducido espectacularmente desde los años cuarenta hasta hoy. En los años posteriores a la guerra civil el porcentaje de viviendas en alquiler alcanzaba índices del 40%, mientras en estos momentos sólo ocupa el 20.5%, uno de los más bajos de Espana.

La posibilidad de que se agilice la oferta de pisos en alquiler está pendiente del proyecto de ley de arrendamientos urbanos que ha sido presentado al Gobierno por el ministro José Borrel. El nuevo texto legal prevé cuatro años el tiempo mínimo de duración de los contratos de alquiles, mientras el mecanismo de actualización de las rentas se efectuará con arreglo a la oscilación del índice de precios al consumo (IPC), como sucede en Francia y Gran Bretaña.

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