LA PROHIBICIÓN DE FUMAR EN EUROPA

44.000 españoles mueren al año por tabaquismo

Las autoridades sanitarias españolas atribuyen directamente al consumo de tabaco 44.000 muertes anuales en todo el territorio nacional. Son los datos actualizados que el Ministerio de Sanidad y Consumo presentará a la VIII Conferencia Mundial sobre Tabaco o Salud, que se celebrará en Argentina el próximo 30 de marzo.De estos fallecimientos, 11.326 son debidos a enfermedad coronaria, 10.153 a cáncer de pulmón, 9.265 por enfermedades obstructivas crónicas, 6.056 a accidentes cerebro-vasculares, 1.383 a cáncer de laringe, 1.232 a cáncer de boca y faringe, 1.645 a enfermedades vasculares periféric...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Las autoridades sanitarias españolas atribuyen directamente al consumo de tabaco 44.000 muertes anuales en todo el territorio nacional. Son los datos actualizados que el Ministerio de Sanidad y Consumo presentará a la VIII Conferencia Mundial sobre Tabaco o Salud, que se celebrará en Argentina el próximo 30 de marzo.De estos fallecimientos, 11.326 son debidos a enfermedad coronaria, 10.153 a cáncer de pulmón, 9.265 por enfermedades obstructivas crónicas, 6.056 a accidentes cerebro-vasculares, 1.383 a cáncer de laringe, 1.232 a cáncer de boca y faringe, 1.645 a enfermedades vasculares periféricas, 1.170 a cáncer de vejiga y 1.119 a cáncer de esófago.

El poder dañino del tabaco radica en su combustión. En este proceso se desprenden tres componentes con distintos efectos en el organismo.

Más información

El primero de ellos, la nicotina, es una sustancia química alcaloide responsable del daño cardiovascular: aumenta la frecuencia cardiaca, disminuye directamente el aporte de oxígeno a los tejidos y produce constricción de los vasos sanguíneos.

Aporte de oxígeno

La segunda sustancia, la carboxihemoglobina, se origina por la unión del monóxido de carbono del humo del cigarrillo y la hemoglobina, que permite a los glóbulos rojos transportar el oxígeno a las células.

De esta forma se impide también, aunque de forma indirecta, la oxigenación de los tejidos.

Finalmente, el alquitrán es considerado el principal componente cancerígeno del tabaco. Su forma de actuar en el organismo humano todavía es desconocido, pero parece que lo hace directamente sobre los genes, y ya existe el consenso científico para admitir su relación directa con los cánceres de pulmón, laringe y vejiga.

El humo del cigarrillo tiene también otro efecto añadido, y es el de favorecer el aumento de los niveles en sangre del colesterol de baja densidad, el componente responsable de la arteriosclerosis.

Archivado En