Discretas protestas en Roma contra el primer ministro de China

Republicanos, socialdemócratas, verdes y, en menor medida, los ex comunistas del Partido Democrático de la Izquierda (PDS) han confluido con estudiantes, tibetanos e intelectuales en una serie de manifestaciones, más testimoniales que contundentes, para protestar por la llegada del primer ministro chino, Li Peng. Éste, que inició ayer oficialmente su primera visita a un país occidental desde los sucesos de la plaza de Tiananmen, en 1989, no será recibido por el Papa.Li Peng fue recibido el domingo por el ministro de Trabajo, Franco Marini, y ayer fue acompañado en sus desplazamientos por Roma ...

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Republicanos, socialdemócratas, verdes y, en menor medida, los ex comunistas del Partido Democrático de la Izquierda (PDS) han confluido con estudiantes, tibetanos e intelectuales en una serie de manifestaciones, más testimoniales que contundentes, para protestar por la llegada del primer ministro chino, Li Peng. Éste, que inició ayer oficialmente su primera visita a un país occidental desde los sucesos de la plaza de Tiananmen, en 1989, no será recibido por el Papa.Li Peng fue recibido el domingo por el ministro de Trabajo, Franco Marini, y ayer fue acompañado en sus desplazamientos por Roma por el ministro de Comercio Exterior, Vito Lattanzio. Todo ello apunta a un nivel de protocolo bajo y coherente con la justificación que el presidente del Gobierno de Italia, Giulio Andreotti, dio al viaje que realizó a China el pasado mes de septiembre: mantener las críticas, aunque en sordina para que suba el volumen de los intercambios comerciales.

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Li Peng verá, sin embargo, a todos los responsables institucionales, incluidos Andreotti, el presidente de la República, Francesco Cossiga; el ministro de Exteriores, Gianni de Michelis; la presidenta de la Cámara de Diputados, la ex comunista Nilde lotii, y el secretario del Partido Socialista, Bettino Craxi.

Un hombre llamó ayer asesino al primer ministro chino, cuando se encontraba en el monumento a Víctor Manuel II, en uno de los pocos actos programados en espacios públicos. El manifestante era un concejal romano del neofascista Movimiento Social Italiano, que, según su partido, habría conseguido que se anulara una visita de Li Peng al Ayuntamiento, desde donde se manifestó que el encuentro fue cancelado por motivos "técnicos".

Li Peng no irá al Vaticano. Oficiosamente se ha sabido que Li no ha hecho nada por entrevistarse con el Papa, quien probablemente no le habría concedido audiencia. Las relaciones entre la Santa Sede y Pekín son prácticamente inexistentes.

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