Un caro privilegio

El 4 de febrero de 1991, mi hermano y yo abrimos una cuenta corriente en la oficina 401 del Banco Exterior de España. Dos días antes de la publicación en EL PAÍS de la noticia referente a que la Unión de Consumidores Españoles había denunciado las prácticas de nueve bancos, nos llegó el estado de cuentas, que el 30 de noviembre había convertido las 10.000 pesetas iniciales en 8.698. Sorprendida, ya que por nuestra parte no había habido operación alguna, fui a la citada oficina, donde se me aclaró que no se trataba de ningún error y que se me explicaría por correo el motivo de semejante mengua....

El 4 de febrero de 1991, mi hermano y yo abrimos una cuenta corriente en la oficina 401 del Banco Exterior de España. Dos días antes de la publicación en EL PAÍS de la noticia referente a que la Unión de Consumidores Españoles había denunciado las prácticas de nueve bancos, nos llegó el estado de cuentas, que el 30 de noviembre había convertido las 10.000 pesetas iniciales en 8.698. Sorprendida, ya que por nuestra parte no había habido operación alguna, fui a la citada oficina, donde se me aclaró que no se trataba de ningún error y que se me explicaría por correo el motivo de semejante mengua. Acabo de recibir la explicación en forma de a viso: "custodiar" 10.000 pesetas por dicha entidad bacaria me ha costado 1.333 pesetas. Genial: meter dinero en ese banco es un privilegio caro. Tan caro que, considerando generosamente por mi parte lo rebajado en nueve meses, hacia el año 2000 las 10. 000 pesetas se habrán convertido en 2.479; o sea, que, por tenerlo allí custodiado, habré pagado un 75,21%.¡Y así pretendemos competir en Europa!.-